La última propuesta del presidente José Luis Rodríguez Zapatero de introducir criterios de "flexibilidad" en la elevación a 67 años de la edad obligatoria de jubilación ha sido recibida como una declaración de guerra por los sindicatos. Los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, ven en la nueva propuesta del presidente un "juego de palabras", un nuevo "ingenio de comunicación" que solo busca "edulcorar" la pretensión de elevar a 67 años la edad de jubilación "utilizando el término flexibilizar".

Así se han expresado los líderes sindicales poco antes de participar en una manifestación en Madrid contra las medidas económicas del Gobierno que se enmarca, junto con otras 38 que se celebran en diferentes ciudades españolas, en una jornada de protesta europea. Miles de personas han marchado por la capital. En Barcelona, la manifestación comienza esta tarde a las 17.00 horas y partirá de la plaza de la Universitat hasta la plaza de Urquinaona.

Para Méndez, la diferencia entre jubilación obligatoria a los 67 años y la de introducir "flexibilidad" en esta propuesta es la misma que existe "entre dar un golpe con un palo, que produce magulladuras, o darlo con un látigo, que es flexible, pero que además de producir magulladuras, produce desgarros". Para el secretario general de UGT, la "línea roja" en la reforma de las pensiones la ha puesto el Gobierno, al fijar la edad de jubilación a los 67 años y es al Gobierno a quien le corresponde retirarla para encontrar un acuerdo parlamentario y social sobre la reforma de las pensiones.

FALTA DE RESPALDO

"67 años no. 67 años de forma generliazada y obligatoria es la frontera entre el conflicto y la paz social", ha añadido Toxo antes de que ambos líderes no descartaran convocar una nueva huelga general a partir de enero si el Ejecutivo no modifica sus planteamientos. "El Gobierno no tiene apoyo suficiente para llevarlo a cabo", ha agregado el líder de CCOO, que ha explicado: "En solitario no puede hacerlo. No tiene los votos suficientes. Otra cosa es que exista un pacto no conocido".

Frente a este panorama, los líderes sindicales consideran que "hay posibilidades reales de un acuerdo global en materia de pensiones en España" si el Gobierno desiste de la jubilación obligatoria a los 67 años. "La línea roja la ha puesto el Gobierno", ha reiterado Méndez.