Según el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, unas 500.000 familias podrán beneficiarse de las ayudas que incluye el nuevo Plan de Vivienda 2018-2021, aprobado ayer por el Consejo de Ministerio. Asimismo, generará unas 60.000 puestos de trabajo. Pero las ayudas deberán coordinarse con las Comunidades Autónonas. El jueves tendrá lugar la Conferencia Sectorial en la que se determinará la participación y cuantía de cada comunidad.

El nuevo plan contempla ayudas al alquiler y a la compra para menores de 35 años y facilita el acceso a la vivienda tanto en régimen de alquiler como de compra en las zonas afectadas por la despoblación rural. También se beneficiarán los mayores de 65 años y personas en proceso de desahucio, así como con diferente grado de discapacidad. El nuevo dispositivo amplía sus efectos a los promotores de viviendas.

Los jóvenes hasta 35 años podrán recibir subvenciones de hasta el 40% de la renta mensual en alquileres de hasta 600 euros, que pueden ascender a 900 en casos justificados. Para la diferencia entre 600 y 900 euros se subvencionará solo el 10% y será determinada por las autonomías. Habrá progresividad en función del número de miembros de la familia e ingresos familiares. Ascenderá a cuatro veces el IPREM (30.078,36 euros) en los casos de familia numerosa y hasta cinco veces (37.597,95 euros) en casos de familia numerosa con algún miembro con una discapacidad.

También contempla una ayuda a la compra de vivienda de hasta el 20% del precio del piso que se adquiera (con un máximo de 10.800 euros) para jóvenes de menos de 35 años e ingresos inferiores a tres veces el IPREM. El plano está destinado a aplicarse tan solo en los municipios de menos de 5.000 habitantes. En caso de desahucio, contarán con hasta 400 euros al mes para un alquiler. Y las ayudas a la rehabilitación afectarán a viviendas unifamiliares en zonas urbanas y rústicas, pero también a viviendas individuales en bloques.