Mercadona, la cadena valenciana de supermercados, inició hace poco más de un año una controvertida estrategia para afrontar la crisis. Además de la polémica retirada de más de 900 productos de sus lineales y la reducción de márgenes, la firma puso en marcha más de 600 medidas destinadas a optimizar procesos y productos sin mermar la calidad de estos. Un año después, el balance que hace Mercadona es más que satisfactorio: ha logrado un ahorro de 410 millones de euros solo mejorando procesos, cantidad que ha destinado a bajar los precios de los productos. El consumidor no le ha dado la espalda: gana clientes y volumen de ventas. "Para salir de esta crisis tenemos que actuar. Quitar el foco de los beneficios, ganar todos menos dinero, subir la productividad y bajar precios". En marzo pasado, el presidente de la firma, Juan Roig, lanzó el mensaje. Y esa es la estrategia adoptada por la cadena. Primero, eliminando de las estanterías 900 artículos --lo que le valió no pocas críticas de primeras marcas y fabricantes--. Segundo, comprometiéndose a aplicar la bajada de precios de las materias primas. Tercero, reduciendo los márgenes (Roig anunció que el beneficio caería a la mitad este año) y cuarto, optimizando procesos. Solo este último apartado ha supuesto un ahorro de 410 millones, que se han destinado a abaratar los productos. "Volver a la sencillez" es el lema de esta estrategia de optimización de procesos. La firma, en colaboración con sus interproveedores, puso en marcha más de 600 iniciativas "basadas en la eficacia de la sencillez" para bajar el precio de los productos, "eliminando lo que no aporta valor al consumidor y siempre manteniendo la calidad de los productos", según fuentes de la firma. Revisando procesos (transporte) y productos (envases, empaquetado), solo en plástico ha ahorrado 30 millones de euros; en cartón, seis millones; y en tinta, dos millones. FRUTA Y VERDURA A GRANEL El mayor ahorro proviene del cambio de venta de la fruta y verdura de bandejas a granel. Solo en este ámbito ha logrado un ahorro de 175 millones de euros (10 céntimos por cada bandeja de plástico y un mínimo de 35 céntimos por kilo al suprimir costes de manipulación). Otro ahorro importante viene del transporte (10 millones de euros), algo que ha conseguido acercando las fábricas a los centros logísticos. Más ejemplos de ahorro: cuatro millones cambiando la bandeja de ensaladas y pollo y optimizando la capacidad de las bandejas; 3,4 millones mejorando el apilado de caldos y sopas; 2,6 millones eliminando el satinado de los tetrabrick de leche; dos millones reduciendo el gramaje en plástico y cartón de las botellas de agua y la caja de leche; 1,5 millones eliminando la serigrafía y cambiando a etiquetas de papel en los envases y latas; 1,2 millones con el menor grosor y tamaño de las cajas de cartón de yogures, helados y postres; 900.000 euros reduciendo el aire en los paquetes de cereales; también 900.000 quitando etiquetas duplicadas y tintas en vinos y aceites; 600.000 reduciendo la superficie impresa en las bolsas y 150.000 euros cambiando el envase de las especias de cristal a plástico. La promesa de la cadena valenciana era bajar los precios hasta un 17%, y la firma "continúa trabajando" para lograrlo, aseguran fuentes de la empresa. Si comparamos los precios actuales con los de hace un año, Mercadona ha abaratado el 14% el kilo de arroz, el 11,1% las latas de atún, el 10% los geles de baño y casi el 8% la docena de huevos. 400 KILITROS POR TIENDA Y DIA Pese a que Roig ha entonado alguna vez el mea culpa por no explicar "mejor y con más tiempo" la retirada de referencias, parece que el consumidor respalda la estrategia. Ha ganado 80 clientes por día y tienda, y aumentado las ventas en 400 kilitros de productos por establecimiento y jornada. "Seguiremos revisando procesos para continuar abaratando productos", promete.