El Ibex 35 ha acumulado pérdidas del 7% en una semana. Los mercados de deuda pública no dejan de castigar a las emisiones de productos del Tesoro español, haciendo que se paguen más caros que los de sus vecinos europeos. La inestabilidad de los mercados ha sido general estos días, pero España y algunas de sus empresas, como la banca, han pagado un plus de castigo. Ayer, la situación se invirtió, y aunque el índice de la bolsa española también cayó, el 1,35%, lo hizo en menor medida que otros parquets europeos que la víspera habían tenido una mejor evolución. Al final, por tanto, empate.

El índice Eurostoxx 50, en el que cotizan los principales valores europeos, cayó al cierre de la sesión el 2,8%. La presión soportada por la cotización de las empresas españolas en las últimas semanas se trasladó ayer a Francia, cuyo índice CAC-40 perdió el 3,4%, mientras que el británico FTSE se dejó el 1,5%, y el índice italiano MIB acabó retrocediendo también el 2,8%.

CASTIGO A LA BANCA La banca volvió a ser uno de los sectores cotizados más afectados por la depreciación de la bolsa, debido, entre otras razones, a que una parte significativa de su capital se encuentra en posesión de inversores institucionales, que venden títulos cuando empiezan a aflorar las dudas sobre la recuperación del país.

En los mercados de deuda, los inversores volvieron a castigar ayer a los diferentes instrumentos de financiación del Tesoro español. El diferencial con la deuda alemana, que es la que se toma como referencia en Europa, llegó a superar los 100 puntos básicos en algunos momentos de la jornada. Este hecho no se producía desde febrero del 2009.