El enésimo recorte laboral de Mercedes en Barcelona supondrá el cierre de una fábrica centenaria con una plantilla de 420 trabajadores. La dirección del grupo Daimler en España anunció ayer el traslado de la producción de bastidores de furgoneta desde Barcelona a una factoría nueva situada en Esparreguera (Barcelona), que explotará una nueva sociedad en la que Mercedes tendrá un 51% y el resto, la compañía Estampaciones Sabadell. El objetivo es, según Daimler, reducir los costes para mejorar la competitividad y optar a nuevos proyectos industriales.

El anuncio de Mercedes supone un nuevo mazazo para los proveedores de componentes de automoción de Cataluña, un sector en el se ha intensificado el goteo de cierres en las últimas semanas. La multinacional alemana intentó, en los contactos que mantuvo con el comité y la Generalitat catalana, transmitir la idea de que, en realidad, no se trata de un cierre, sino de un traslado de producción que permitirá mantener la mayoría de empleos y la actividad. La Consejería de Industria confía en que la producción siga en Cataluña.

Pero los sindicatos, que preparan huelgas, son pesimistas y sospechan que la operación pretende rebajar las condiciones del convenio colectivo que habían firmado hace tres meses. Ese acuerdo seguirá vigente hasta final de año y a partir de entonces se aplicarán las condiciones que se negocien para los que acepten el traslado, a casi 50 kilómetros, según un portavoz de Daimler.

La posible plusvalía por la venta de los 80.000 metros cuadrados que ocupa es, según CCOO y UGT, un factor de peso en la operación. De los 258 empleados que actualmente están destinados a la producción del piso de la furgoneta Vito que se ensambla en Vitoria, Mercedes aseguró que puede recolocar a 200 en la nueva sociedad.

RECHAZO DE LOS SINDICATOS Los 162 trabajadores restantes, dedicados a embalaje y recambios, dependen de los acuerdos que negocia Mercedes para subcontratar las actividades con dos empresas catalanas. El grupo alemán indicó que tiene "intención de mantener la mayoría" de los puestos. Daimler prevé que la reestructuración incluya jubilaciones y bajas voluntarias de trabajadores que no acepten los traslados, aunque la media de edad ha bajado en los últimos años debido a los planes de prejubilación aplicados. Francisco Maldonado, de UGT, destacó que exigirán a Daimler que justifique el plan, y avanzó que no aceptarán despidos.

El caso de Mercedes es, de hecho, el último episodio de una larga lista de empresas del sector de la automoción en crisis. Los cierres de fábricas de proveedores de componentes para las marcas de automóviles amenazan unos 2.500 empleos en Cataluña, según las estimaciones realizadas por el sindicato CCOO.