La cancillera alemana, Angela Merkel, logró ayer el apoyo de los principales organismos internacionales a su plan de elaborar una Carta para una economía sostenible, que sirva de base para las conversaciones sobre el futuro de la economía internacional ante la actual crisis mundial. Con esta propuesta, Merkel quiere recuperar su papel de líder e ideóloga europea tras una racha en la que su imagen a nivel nacional resultó dañada por su gestión de la crisis y a nivel europeo eclipsada por la presidencia francesa y la iniciativa del presidente Nicolas Sarkozy, quien ayer se mostró partidario de exigir en la cumbre del G-20 la adopción de "decisiones estructurales", pues de lo contrario teme que se produzca una sublevación social, informa Europa Press.

La cancillera, por su parte, aprovecha que las propuestas del presidente francés no han llegado a buen puerto y lanza un primer globo sonda con vistas a la próxima reunión del G-20 que tendrá lugar en Londres a principios de abril. Rodeada por los secretarios generales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría; de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, y de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), Juan Somavia, además de los presidentes del FMI, Dominique Strauss-Kahn y del Banco Mundial, Robert Zoellick, Merkel resumió las bases de esa futura "economía sostenible". Se centra en cinco puntos: Mantenimiento de una economía social de mercado, trabajo en el ámbito de las decisiones internacionales en el marco del G-20, rechazo al proteccionismo y luchar contra el cambio climático y la pobreza.

"Hemos intentado que queden reflejados todos los principios de las organizaciones presentes", dijo complacida. También consta el principio que lleva defendiendo: "Todos los países están en la obligación de resistirse a aplicar medidas proteccionistas y asegurar una mayor apertura del comercio mundial".