La crisis del euro, y sobre todo el controvertido y poco ágil rescate de Grecia, han reavivado las tensiones entre el norte y el sur de la UE. La cancillera alemana, Angela Merkel, ha dado una entrevista a los diarios de mayor tirada de Francia, Italia y España --los tres grandes países del arco mediterráneo-- para alabar la austeridad presupuestaria.

"Para Alemania, la cultura de la estabilidad es innegociable", advierte. Su Gobierno puso trabas al rescate de Grecia y del euro, dice, porque para su país la solidaridad es "inseparable" del rigor fiscal.

Las críticas al mensaje no tardaron en llegar, pero no vinieron del lugar esperado. El ministro belga de Economía, Didier Reynders, afeó a Alemania que ahora dé lecciones cuando en el 2003 incurrió en un déficit excesivo y obligó a revisar el pacto de estabilidad y crecimiento.