La cancillera alemana Angela Merkel responsabilizó a los gobiernos de EEUU y de Gran Bretaña de la crisis económica mundial por no haber hecho nada frente a la resistencia que han mantenido los mercados financieros a autorregularse.

El diario alemán Münchner Merkur publicó ayer una entrevista con Merkel donde critica a los mercados y se lamenta de que se hayan opuesto tanto tiempo a establecer normativas voluntarias que limiten ciertas prácticas especulativas. El problema para la cancillera es que esta negativa a la autorregulación ha estado respaldada por los ejecutivos del Reino Unido y de EEUU.

Recordó que en la reunión del G-8 del año pasado ella y su ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, insistieron en la necesidad de introducir mayor transparencia.

Aunque en un principio le hicieron caso, EEUU y Reino Unido continuaron inhibiéndose del problema. Ahora parece que han cambiado de opinión y van por otro camino, por lo que se felicitó la cancillera alemana.

Son necesarias regulaciones nacionales y más acuerdos internacionales para acabar con los especuladores "irresponsables", dijo. Añadió que la crisis debe servir para sacar conclusiones y buscar una mayor transparencia en las finanzas.

Merkel habla así porque soporta los problemas de EEUU dentro de casa. No tuvo reparo en criticar al banco estatal de Crédito para la Reconstrucción y el Desarrollo (Bfw) por transferir 300 millones de euros a Lehman Brothers cuando ya se sabía que esta entidad había entrado en quiebra. Esta operación le costó el puesto a dos miembros del comité ejecutivo del banco. Merkel ve normal que las dimisiones se produjeran, ya que cuenta con que los profesionales efectúen su trabajo de manera responsable. El daño de la quiebra de Lehman Brothers a Bfw puede ascender a más de 500 millones.