La banca mediana española, con una mayor concentración de su negocio en el mercado de la vivienda, se ha convertido en la principal pagana desde que, el pasado 9 de agosto, el miedo al contagio de la crisis hipotecaria de EEUU se apoderó de todo el sector financiero en Europa. Aquel día se supo que el primer banco francés, BNP Paribas, había sido contaminado --en tres de sus fondos de inversión-- por el impago de hipotecas basura (subprimes ) en EEUU.

Desde entonces, las pérdidas en bolsa han arreciado sobre el sector financiero y, en el caso español, se han cebado en valores como Banesto --en estos días, ha perdido el 7,5% de su cotización--, o el Sabadell --pierde el 5,4% desde el 8 de agosto--, entidades en las que más del 40% de sus ingresos están ligados al negocio hipotecario, explica David Navarro, gestor de renta variable de Inversis Banco.

No es que los inversores piensen que las hipotecas de estas entidades son de baja calidad. Al contrario, la solvencia de la banca española está fuera de toda de duda. Lo que sucede --explica Navarro-- es que en los inversores internacionales hay ahora una mayor aversión al riesgo hipotecario en general y saben que el mercado inmobiliario español está en retroceso, por lo que tienden a huir de valores muy unidos a la construcción.

CICLO CONSTRUCTOR "La banca doméstica española es la más expuesta al miedo hipotecario que se ha apoderado de los inversores internacionales", explica Juan Solana, analista de Intermoney Valores. "Los últimos resultados de Banesto son muy buenos", pero su cotización sufre por la desaceleración de la construcción. En lo que va de año, Banesto se ha depreciado el 13,37%, y el Sabadell, el 12%.

Lo mismo ha sucedido con el Guipuzcoano (pierde el 7% desde el 8 de agosto) o el Banco Pastor (ha perdido el 9,6% en las ocho últimas sesiones y el 11,53% en lo que va de año), en el mercado continuo. "Y algo parecido sucedería con las cajas de ahorros si cotizaran en bolsa, pues su negocio ha estado totalmente ligado a las hipotecas a familias y promotores", añade Solana.

Para los dos grandes --BBVA y Santander-- el análisis es diferente. Aunque ambos tienen muchas hipotecas en España, gran parte de su negocio está en Europa o América, menos atado al ciclo de la construcción. Por eso, aunque su cotización ha bajado, se espera un repunte.

El BBVA, que acaba de adquirir un banco en EEUU (el Compass Bancshares), ha sido más castigado que el Santander, que solo ha adquirido una participación del Sovereign. El BBVA ha llegado a perder el 9,1% entre el 8 y el 16 de agosto, aunque el conjunto de las ocho últimas jornadas da una pérdida menor, del 6,7%. El Santander llegó a un caída acumulada del 7,5%, que ayer quedó en el 4,3%.