Desde ayer se celebran en la capital provincial de Hokkaido, Sapporo, distintos actos de la llamada anticumbre, una serie de foros con participación internacional que reúne a miembros de organizaciones no gubernamentales y movimientos opuestos a la forma que ha tomado la mundialización. El sábado hubo una manifestación en la que participaron unas 2.000 personas.

La cumbre del G-8 se celebra en el lago Toya, un idílico paraje en la remota área volcánica de Hokkaido, la gran isla del norte de Japón, a unos 100 kilómetros de Sapporo. La elección del lugar se hizo pensando en la seguridad y en mantener a los mandatarios lo más alejados posible de las protestas de Sapporo.