Bajo una lluvia intermitente, las calles de Porto Alegre renovaron ayer su rito antiglobalización de la mano de miles de personas. Pero esta vez lo acompañaron de un sonoro rechazo a la guerra. La tercera edición del Foro Social Mundial ha reunido a 100.000 personas.
La reunión, pensada como una alternativa al Foro Económico de Davos (Suiza), giró en su inauguración sobre la necesidad de evitar el conflicto armado en Oriente Próximo. Hubo, a lo largo de la primera jornada, una Marcha de la diversidad contra la guerra , una exótica Concentración de tambores y voces por la paz y, finalmente, cuando caía la tarde, la peregrinación principal a lo largo de Porto Alegre contra la militarización y por la construcción de otro mundo más igualitario . Partidos políticos, ONG y movimientos sociales, intelectuales y artistas que representan a 126 países, compartieron ese credo.
Pero la cuestión de la guerra no sólo se convirtió en una bandera común de la heterogénea presencia que, en hoteles, campamentos y casas, inunda la ciudad que el Partido de los Trabajadores (PT), la agrupación del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, administra desde hace más de una década. Durante la apertura del tercer FSM, el prefecto de Porto Alegre, Joao Verle, resaltó la decisión del Foro de Autoridades Locales de realizar "acciones decididas por la paz mundial" frente a la "amenaza de una guerra en Irak de consecuencias mundiales".
PROXIMA CITA, EN ESPAÑA
En ese encuentro, en el que participaron alcaldes y concejales de 230 ciudades de 26 países, se eligió a Barcelona como sede de la cita del 2004 y se marcó el objetivo de crear una "federación mundial de ciudades unidas que juegue un papel relevante en la lucha contra el neoliberalismo".
En el foro parlamentario, el PT explicó que organizará una caravana internacional de legisladores por la paz para viajar a Bagdad a principios de febrero. "No hacemos campaña por Sadam Husein y contra George Bush. Luchamos para que los iraquís resuelvan sus problemas sin intervención", dijo Tarciso Zimmermann, diputado federal del PT.
A punto de concluir la marcha en Porto Alegre, el presidente Lula llegaba a la ciudad. Hoy defenderá ante la variada concurrencia del FSM su decisión de ser el portavoz en Davos de buena parte de las cosas que se discuten en esta ciudad brasileña, un tema que ha provocado algunas discusiones entre los participantes.
