La fiebre verde que se vive en el sector energético y en los mercados de capitales tiene ya un techo definido. El Ministerio de Industria estima que las energías renovables no podrán aportar más del 41% de la producción eléctrica en el 2030, frente al 22% actual. Y ello solo si se dan todas las condiciones idóneas.

"Hay estudios que dicen que en España cabe un 100% de renovables, lo cual es imposible", defendió recientemente el secretario general de Energía, Ignasi Nieto. Su departamento está a punto de presentar un estudio sobre la situación energética de España dentro de dos décadas, pero ya ha adelantado la parte relativa a las fuentes limpias. El mensaje es claro: El Gobierno pretende "maximizar las renovables", pero hay que ser consciente de sus límites.

Nieto remarcó que el informe no supone una planificación energética. "No estamos proponiendo el 41%, es un ejercicio de prospectiva, ya veremos lo que proponemos", subrayó. A su juicio, uno de los retos para la industria renovable es tener unos costes competitivos en un plazo "no demasiado extenso".

El valor sobre la tarifa de las primas con que se subvenciona a las renovables ha pasado del 1% en 1998 al 7% en el 2007 y alcanzará el 9% en el 2010. "La sostenibilidad mediambiental tiene que ser viable económicamente: hay que ver qué tecnologías evolucionan mejor y apostar por ellas con la regulación", aseveró.

El ejemplo a seguir, en su opinión, es la eólica. Según sus estimaciones, el precio de la electricidad producida por los molinos de viento bajará hasta los 48 euros por megavatio (MW) hora, con lo que será competitiva sin primas. "La regulación tiene que recoger esta bajada de costes y trasladarla al consumidor", dijo.

Otro de los problemas es el creciente rechazo social que provocan las infraestructuras. De los 50 millones de hectáreas que hay en España, 7 millones son susceptibles de acoger instalaciones renovables.

FRENO TECNOLOGICO El tercer gran freno es el tecnológico. Las renovables dependen de la meteorología. Una forma de paliarlo es acumulando energía, pero las tecnologías no están muy desarrolladas. "La forma más económicamente eficiente de acumular es el bombeo hidráulico, y no caben más de 8.000 MW, con lo que solo caben 45.000 MW eólicos", explicó Nieto.

Su limitada fiabilidad supone otro problema: ¿Qué hacer cuando se cuenta con ellas pero su producción está por debajo de lo previsto? Industria entiende que solo se puede resolver con 5.000 MW de centrales gasísticas simples, ya que se pueden poner en marcha más rápido que los actuales ciclos combinados.

LAS ELECTRICAS El ministerio calcula que estos límites hacen que el techo de las renovables esté en 80.000 MW de potencia instalada en el 2030, es decir, el 41% de la demanda prevista.

Las compañías eléctricas han hecho su propio análisis sobre la situación energética de España en el 2030 y sus cuentas son distintas. A su juicio, sería posible que las renovables alcanzaran el 50,5% de la producción eléctrica, aunque sería económicamente inviable. La patronal Unesa estima que lo más lógico es que crezcan hasta el 34% o el 35%.