El aumento del número de parados está desbordando algunas oficinas del antiguo Inem --servicio público de empleo (SPE)--. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, lo reconoció ayer en el Congreso y confirmó que, entre julio y septiembre, se incorporarán 1.415 "funcionarios" de refuerzo.

De esta cifra, 866 nuevos empleados públicos comenzarán a trabajar de manera "inmediata" en las oficinas más agobiadas por la afluencia de desempleados, explicó el ministro. Cerca de un centenar lo harán en Madrid, autonomía donde más crece el paro, según Corbacho.

El responsable del Ministerio de Trabajo no le quitó hierro a la situación "preocupante" del aumento del desempleo, pero criticó a los que generan "alarmismos injustificados". De todos modos, Corbacho consideró que al Gobierno le "toca transmitir confianza y no pesimismo".

NO HABRA RECORTES Lo importante a corto plazo es garantizar que no habrá recortes de prestaciones y que los trabajadores que se queden en paro percibirán su seguro. La cobertura del desempleo alcanza hoy al 84% de las personas que se quedan si trabajo y el ministro aseguró que el superávit del Inem no tendrá problemas para pagar las prestaciones aunque aumente el paro en los próximos meses "y, si no fuera suficiente, el Estado lo cubrirá". Para Corbacho, el déficit público no es un problema si no se ha generado por mala gestión.

El segundo objetivo para el ministro es impulsar reformas estructurales que cambien el modelo económico, ya que los problemas del mercado de trabajo no son laborales sino económicos. Esas reformas serán el contenido del diálogo social y de la "hoja de ruta" que probablemente firmen el Gobierno y los agentes sociales el martes. El documento incluye un diagnóstico de la situación económica y laboral, y fija objetivos generales en diversidad de materias como educación o investigación.