El 50% de la población española puntúa negativamente el cumplimiento fiscal, tasa que duplica la del año 2000, que fue del 26%. Casi un 40% opina que el fraude fiscal es una práctica generalizada, un porcentaje 10 puntos inferior al del 2006, y un 49% justifica las conductas defraudadoras, la mayoría alegando que son las circunstancias las que obligan a defraudar para poder salir adelante. Son algunas de las conclusiones que se desprenden del estudio Opiniones y actitudes fiscales de los españoles en 2007 , elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF) y publicado por el Ministerio de Economía y Hacienda.

Por otro lado, el 51% de los españoles considera que el fraude fiscal ha aumentado en la última década, una cifra siete puntos menor a la del año anterior (58%) y que supone una recuperación que se alinea con las cifras que se venían consiguiendo desde el 2002, donde este porcentaje no rebasaba el 50%. Los ciudadanos consideran, además, que la ocultación de actividades económicas a Hacienda y a la Seguridad Social son el tipo de fraude más perjudicial para la sociedad en su conjunto.

La mayoría de los encuestados opina que los servicios sanitarios, las infrastructuras y los transportes públicos justifican el pago de los impuestos y consideran que son prestaciones útiles y necesarias, frente a un 7%, que opina que el pago de dichos impuestos no está justificado.

RESPONSABILIDADES La mayoría de la población piensa que el Estado central es el responsable de los diferentes servicios públicos, aunque se detecta un aumento de la proporción de ciudadanos partidarios de atribuir mayores responsabilidades a las comunidades autónomas.

En lo que se refiere a la imagen corporativa de la Hacienda Pública, el informe subraya que los españoles siguen teniendo dificultades para comprender la normativa fiscal, por lo que sigue siendo minoritaria (14%) la proporción de ciudadanos que cumplimentan por sí mismos las declaraciones tributarias.