El Gobierno socialista frenará la ley de liberalización total de los horarios comerciales que aprobó el Ejecutivo del Partido Popular y que debía entrar plenamente en vigor en enero del 2005. El ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, anunció ayer en el Congreso que prepara una nueva normativa uno de cuyos ejes será "establecer un umbral mínimo de 72 horas semanales de apertura y cierre y un número mínimo de domingos y festivos a partir de ocho, ampliables por las comunidades autónomas".

Con esta solución, Montilla considera que se preservarán los intereses de los comerciantes y los consumidores, y, a la vez, se respetarán las competencias autonómicas. La decisión de permitir abrir más domingos y festivos, o de ampliar el número de horas semanales de apertura, quedará en manos exclusivas de las autonomías. El ministro aseguró en este sentido que las comunidades autónomas "tendrán plena libertad" para desarrollar las bases mínimas establecidas por el Estado. La legislación vigente obligaba a permitir la liberalización total a partir del próximo mes de enero.

La nueva normativa incluirá la posibilidad de que determinadas categorías de establecimientos puedan tener libertad de horarios, como sucede actualmente. Montilla añadió que los cambios legales reconocerán también "la libertad de apertura para el pequeño comercio como herramienta competitiva".

CONTRA LA LIBERALIZACION El anuncio de Montilla se produjo un día después de que los responsables de comercio de la mayoría de autonomías se pronunciaran en Barcelona en contra de la liberalización total de horarios. Actualmente, sólo permiten abrir más días festivos de los 12 a los que obliga la ley estatal las comunidades autónomas de Madrid (21) y de Galicia (16). La propuesta del ministro coincide plenamente con la que defendía el Gobierno catalán.