Un mes después de firmarse el acuerdo para despedir a 660 trabajadores en Seat, una delegación encabezada por el ministro de Industria, José Montilla, y el consejero de Trabajo de Cataluña, Josep Maria Rañé, se desplazó ayer a la sede del grupo Volkswagen (VW) en Alemania para intentar arañar a la multinacional proyectos que den estabilidad a Seat. Montilla y Rañé ofrecieron todas las ayudas públicas posibles a las inversiones que hará el grupo.

El presidente de VW y anterior máximo responsable de la marca española, Bernd Pischetsrieder, se comprometió a diseñar "modelos competitivos y modernos" que solventen algunos pinchazos de ventas de Seat, pero a cambio reclamó ayudas públicas al gobiernos central y autonómico.

La delegación española ofreció a VW todas sus ayudas disponibles. En conjunto, el grupo prevé invertir en Seat unos 3.000 millones de euros hasta el 2010. Montilla destacó el compromiso de VW de no vender la marca Seat.