La agencia de calificación Moody´s anunció ayer que ha sometido a vigilancia los bonos a largo plazo españoles con el objetivo de una posible rebaja. Moody´s es la tercera agencia de rating que se plantea degradar la calificación de la deuda española, después de que ya lo hayan hecho efectivo Standard & Poor´s y Fitch. Si finalmente se decide a modificar la actual calificación de Aaa, lo hará en un peldaño, o "a lo sumo" en dos, en el plazo de los tres meses que se fija para llevar a cabo el análisis.

El anuncio de la agencia se produce junto antes de que el Tesoro español lleve a cabo hoy la colocación de entre 2.500 y 3.500 millones de euros en la primera de la subastas de bonos que el organismo realizará en julio. Es previsible que el coste de colocación le resulte mayor de lo que preveía. La agencia británica no revisará la deuda a corto del Estado español, según dijo.

EXPECTATIVAS FALLIDAS La decisión se basa, según Moody´s, "en el deterioro de las expectativas de crecimiento económico, el desafío que supone cumplir con los objetivos de recorte fiscal y la preocupación por el mayor coste para conseguir financiación a medio plazo".

La directora general del Tesoro, Soledad Núñez, se mostró ayer convencida de que el Gobierno demostrará en los próximos meses a Moody´s que sus preocupaciones sobre la economía española "son infundadas". Núñez dijo que la decisión de la agencia de medición de riesgo de poner en vigilancia la calificación de la deuda de España se explica más por la coyuntura de los mercados que por la aparición de nueva información sobre las perspectivas de la economía española o de las finanzas públicas.

Está por ver, sin embargo, cuál será el efecto en los mercados, y no solo en el de renta fija. "El anuncio está muy descontado, cuando otras dos agencias han rebajado ya la calificación. Nunca tiene el mismo impacto la primera vez que se produce un acontecimiento que la tercera", consideró Jaume Puig, director general de GVC Gaesco.

AVISO TRAS LA CALMA En todo caso, el aviso se produce después de que el Banco Central Europeo (BCE) devolviera la calma a las bolsas al adjudicar 131.933 millones de euros a tres meses entre los 171 bancos del sistema que acudieron a la subasta del liquidez. Se colocaron a un tipo de interés del 1%, el tipo oficial vigente y el mismo al que se adjudicaron los 442.000 millones de euros a un plazo de un año el pasado mes de junio y que los bancos del eurosistema deben devolver hoy.

Los analistas esperaban que la eurobanca echara mano de unos 250.000 millones, cuando las necesidades de financiación resultaron sensiblemente inferiores. Los valores bancarios recuperaron casi la mitad de lo perdido la víspera. El Ibex 35 ganó el 1,2%.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, abundó en la idea de que las necesidades de liquidez no son excesivamente preocupantes. "Según determinados observadores del mercado la subasta, ha tenido muy buen resultado", dijo.