La agencia de medición de riesgo Moody's ha rebajado hoy dos peldaños la calificación del Banco Popular, que ya estaba en "bono basura", y ha amenazado con degradar también al Banco Sabadell, cuya nota ha puesto en revisión.

En un comunicado, Moody's justifica el recorte de la solvencia del Popular, que pasa de Ba1 a Ba3, por su modelo de negocio basado en las pymes, que hará que su cartera crediticia continúe deteriorándose.

Ese deterioro es el que Moody's teme que se produzca en el caso del Banco Sabadell, al que de momento mantiene con una nota de Ba1, aunque amenaza con rebajarla en un futuro próximo.

La agencia de calificación ha insistido durante tres días seguidos que su previsión sobre la economía española es más pesimista que la del Gobierno y las principales instituciones, ya que calcula que España no saldrá de la recesión hasta 2014 y eso dañará el balance de los bancos.

Moody's elogia la ampliación de capital de 2.500 millones de euros realizada por el Banco Popular, así como otras medidas para reforzar su capital llevadas a cabo en 2012, pero insiste en que la recesión seguirá ejerciendo presión sobre la rentabilidad del banco y sus activos.

A pesar de estos augurios, el Banco Popular ha reiterado que seguirá apoyando a las pymes porque son la base de su modelo de negocio, que le ha permitido resistir durante la crisis.

Pero Moody's discrepa y recuerda que si primero sufrió el estallido del "boom inmobiliario", tras la compra del Banco Pastor, el ritmo al que se deterioran los activos del grupo se ha acelerado incluyendo hipotecas y préstamos a otras empresas, lo que ha elevado su morosidad más que la del resto de entidades.

Además, la agencia advierte de que el Popular tiene otros riesgos como los inmuebles adquiridos en los últimos años o el "alto" porcentaje de créditos refinanciados.

Desde que Moody's rebajó a "bono basura" al Banco Popular, la entidad ha sido capaz de llevar a cabo emisiones hasta ocho ocasiones, al tiempo que ha recibido catorce mejoras de recomendación de los analistas en los últimos meses.

Respecto al Banco Sabadell, la novedad es que ahora le pone en revisión por un posible recorte, lo que hace temer una rebaja próxima, si bien en otras ocasiones las agencias de calificación han acabado confirmando la nota de la entidad.

En esta ocasión, sin embargo, Moody's insiste en que además de los préstamos a empresas, las hipotecas y los créditos al consumo del banco se deterioran básicamente por la recesión económica.

Muestra de ello es el aumento significativo de la morosidad el pasado año, aunque da un voto de confianza al banco al decir que evaluará su capacidad para generar suficientes ganancias para compensar cualquier aumento de las necesidades de provisiones.

Por otro lado, avisa de que también evaluará el impacto que puede tener en el balance del banco la compra del negocio en Cataluña y Aragón del grupo BMN, así como el haberse hecho con el Banco Gallego o con la filial en España del británico Lloyds.