La agencia de calificación crediticia Moody's ha anunciado hoy que se plantea revisar a la baja la calificación AAA --la máxima posible-- de la deuda soberana española ante las perspectivas de un posible deterioro de las perspectivas de crecimiento económico y ante la incertidumbre sobre las medidas puesta en marcha por el Gobierno español para hacer frente al déficit público.

Moody's, que era la única agencia crediticia que mantenía a España la máxima nota, ha avanzado a través de un comunicado que la caída de la calificación la decidirá en un plazo máximo de tres meses y que esta será de uno o dos grados. Para la revisión, la agencia tendrá en cuenta el amplio apoyo político a las reformas estructurales acordadas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y en especial los próximos presupuestos generales del Estado para el 2011.

"Las perspectivas de crecimiento de España son más débiles que las de otras economía calificadas con AAA, según ha apuntado Kathrin Muehlbronner, analista senior de Moody's para España. La agencia precisa que a corto plazo el ajuste fiscal del Gobierno, combinado con unos mayores costes de endeudamiento para el Ejecutivo, los consumidores y las empresas, reducirá con toda probabilidad el crecimiento.

RECUPERACIÓN DENTRO DE VARIOS AÑOS

Desde una perspectiva a largo plazo, Moody's considera que a la economía española le costará varios años recuperarse del colapso del sector inmobiliario, reducir el nivel de endeudamiento del sector privado hasta situarlo en línea con otros países europeos y encontrar nuevas fuentes de crecimiento económico. De hecho, la agencia Moody's calcula un crecimiento medio del PIB para el periodo 2010-2014 ligeramente superior al 1%.

"Moody's considera que serán necesarios más ajustes en partidas claves de gasto para lograr los objetivos presupuestarios del Gobierno", ha advertido Muehlbronner. Según sus cálculos, la deuda española alcanzará el 80% del PIB en el 2014 y los costes de recapitalizar el sector bancario, aunque "manejables", pueden ser mucho mayor de lo previsto.

La agencia Standard & Poor's (S&P) ya rebajó la nota de España el pasado 28 de abril a AA con perspectiva negativa y un mes después, el 28 de mayo, Fitch también revisó a la baja el rating español y lo situó en AA+ con perspectiva estable.