La morosidad no cesa, pero da respiros. El peso de los impagos sobre el total del crédito del sector financiero cayó en septiembre al 5,493% desde el 5,619% de agosto. Los esfuerzos de las entidades por recuperar lo que le deben y el menor ritmo de deterioro de la economía han contribuido a la caída.

Pero el sector no se confía. Los beneficios siguen a la baja --los de las cajas cayeron el 31,6% de enero a septiembre, hasta los 3.226 millones de euros, después de destinar 6.292 millones a provisiones-- y se avecina un 2011 muy duro. De hecho, no es la primera vez que la mora desciende este año. Ya pasó en marzo y junio, y luego volvió a subir. Además, la tasa de impagos sigue en los niveles más altos desde hace 15 años.