Los esfuerzos del sector bancario por mantener controlada la morosidad no evitan la creciente dificultad de familias y empresas para hacer frente a su deuda financiera. La realidad es que la tasa de créditos de difícil cobro alcanzó en el mes de mayo los niveles más altos de los últimos quince años. Bancos y cajas limitan sus préstamos de forma preventiva, y esa razón, sumada a la mala situación de las economías familiares, complica la devolución del crédito.

El Banco de España dio a conocer ayer los últimos datos, que sitúan la morosidad para el conjunto del sector en el 5,49%. Es el porcentaje más elevado desde 1996. Mientras las cajas empiezan a estabilizar su volumen de impagados, los bancos mantienen al alza este indicador.

En mayo, los bancos registraron un tasa del 5,41%, pero en el último año la mora ha crecido en 1,5 puntos porcentuales. Las cajas llegaron a mayo con el 5,50%, aunque esa cifra tan solo ha aumentado en 0,40 puntos en los últimos 12 meses. "Esos datos explican que se está cerrando el gap la diferencia entre unas entidades y otras. La morosidad empresarial es la que más repunta, mientras que la hipotecaria está ya controlada", explicaron fuentes de una caja con un peso elevado del crédito hipotecario en su cartera, y que ha conseguido mantener la morosidad por encima del 5%.

EJECUTAR GARANTIAS Las empresas creen que les han quitado el paraguas en plena tormenta. "Ante las dificultades, si el banco ve que puede cobrar, ejecuta las garantías de los créditos", asegura Enric Rius, asesor financiero empresarial. Desde su experiencia, bancos y cajas tienen más dificultades para recuperar préstamos cuando se plantean la renegociación. "En ese caso, el banco refinancia a un año, a la espera de que la situación mejore y, así, poder cobrar", explica Rius.

El problema más grave es conseguir crédito nuevo y mantener la líneas vigentes. Los ingresos de las empresas han bajado, así que las líneas de descuento no se renuevan según las condiciones anteriores. Las entidades de crédito afirman que sí financian proyectos solventes. "La dificultad es llegar a un acuerdo sobre qué significa solvente", señala el asesor jurídico de la patronal.

Las expectativas a corto plazo no parecen buenas. El 85,5% de las pymes que acudieron a bancos y cajas en el segundo trimestre del 2010 han tenido problemas para acceder a la financiación, según un informe del Consejo Superior de Cámaras de Comercio publicado ayer. Antonio Cañete, secretario general de Pimec, espera más problemas: "Las cifras de morosidad y las nuevas exigencias internacionales a la banca tendrán como consecuencia un aumento de las restricciones para la concesión de créditos a empresas y particulares, con lo cual la actividad económica no acabará de mejorar".

Bancos y cajas aseguran que son los más interesados en buscar fórmulas para que el cliente no deje de pagar. Y es cierto que han optado por mecanismos para dilatar pagos. Incluso se ha permitido cancelar una hipoteca y dejar al propietario permanecer en el inmueble de alquiler.

DEMANDAS EJECUTIVAS Pero tanta negociación no evita que las demandas ejecutivas de la banca hayan aumentado bastante. Unas 28.000 en el primer trimestre de este año. Adicae, la asociación de usuarios de bancos y cajas, calcula que desde el 2008, en plena crisis financiera, hasta finales de este año, el número de demandas puede alcanzar las 350.000. "Con más frecuencia nos llegan personas que se quejan de que en su oficina bancaria no quieren renegociar la hipoteca", comentan fuentes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Los expertos consideran que la morosidad no se parará en su nivel actual. Para José Carlos Díez, analista de Intermoney, el pico de la morosidad se situará entre el 6% y el 6,5%, y se alcanzará en el primer semestre del 2011.