Las hipotecas contienen muchos recovecos que dificultan la comprensión por parte del cliente. El tipo de interés, el diferencial, la TAE, las comisiones... Un sinfín de elementos complican los contratos y generan dudas.

El interés es importante, pero es un elemento más de un crédito que liga al titular con el banco o caja por mucho tiempo. Muchas entidades ofrecen intereses más atractivos, pero con la condición de que se domicilien nóminas o se suscriba un seguro de vida.

La TAE, que significa tasa anual equivalente, refleja el coste efectivo del préstamo. No incluye sólo el cálculo del interés más el diferencial, sino las comisiones y el plazo de amortización.