Gobierno, agentes sociales y comunidades autónomas han acordado este jueves el inmediato reconocimiento por parte de las Mutuas a las camareras de piso de enfermedades profesionales como el síndrome del túnel carpiano, la bursitis y la epicondilitis o "codo del tenista". Esta ha sido hasta ahora una de las históricas reivindicaciones del colectivo conocido como "Las Kellys", con motivo del cual, entre otros, organizaron una serie de manifestaciones la semana pasada.

Así lo han confirmado en sendos comunicados tanto el Ministerio de Trabajo, como el sindicato CCOO o el Ejecutivo canario, en los que han difundido que en la reunión de la mesa por la calidad del empleo en la hostelería el ministerio emisitirá "inmediatamente" una instrucción de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social con esta orden a las Mutuas.

Será el primer paso mientras se modifica el Real Decreto 1299/2006 que regula el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social para incluir las propias del colectivo de camareras de piso, como el síndrome del túnel carpiano (entumecimiento, hormigueo, debilidad, o daño muscular en la mano y dedos) o las que se producen por movimientos repetitivos u originados por vibraciones de la maquinaria.

Otros compromisos alcanzados han sido la creación de un grupo de trabajo técnico que determine si se deben de incluir otras enfermedades profesionales hasta ahora no reconocidas -como dorsalgias, cervicalgias y hernias discales- para el colectivo camareras de piso.

Código propio en el INE

Además, se comunicará al Instituto Nacional de Estadística (INE) la necesidad de un código propio dentro de la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO) para las camareras de piso, para que tengan autonomía propia en la fuente estadística y un seguimiento más preciso de sus enfermedades profesionales y accidentes laborales.

Asimismo, los comunicados de los diferentes actores coinciden en que, en materia de prevención de riesgos laborales, se ha decidido seguir trabajando en la elaboración de una guía de buenas prácticas para la evaluación de riesgos ergonómicos y psicosociales, con especial atención a una perspectiva de género.

Sobre las externalizaciones, el sindicato dice que el Ministerio ha propuesto esperar al debate parlamentario para una reforma del artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores que limite la subcontratación, sin menoscabo de los avances que se puedan realizar en el entorno del diálogo social sectorial.