Poco le ha durado el reinado a Delta. Hace dos años la compañía de Atlanta absorbió Northwest Airlines y se convirtió en la mayor aerolínea del mundo tras una operación valorada en más de 13.400 millones de euros cuyo resultado fue un grupo aéreo que facturaba 26.500 millones de euros. Ahora, con el anuncio de fusión de United Airlines y Continental, valorada en 2.300 millones de euros, la compañía resultante le arrebatará el trono.

La historia de su fusión viene de largo. Casi lo lograron hace dos años, pero tras semanas de negociaciones Continental se retiró al encontrarse "mejor sola que fusionada con otra". Este fin de semana, los consejos de ambas compañías aprobaron su fusión.

800 EMPLEADOS El acuerdo, que aún debe ser aprobado por los sindicatos y recibir el visto bueno del regulador antimonopolio estadounidense, dará como resultado un gigante del transporte aéreo que se llamará United Airlines. Tendrá una plantilla de 88.000 empleados y una flota de casi 700 aviones. Volará a 370 destinos en 59 países. Su consejero delegado será el máximo ejecutivo de Continental, Jeff Smisek. Glenn Tilton, de United Airlines, presidirá el consejo.