El anuncio de adelanto electoral en España llega en un momento delicado para la economía en el que cada vez aparecen nuevas señales de debilitamiento en un contexto internacional muy preocupante con la amenaza de una salida sin acuerdo del Reino Unido de la UE. La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, reconoció ayer en el Congreso de los Diputados que este otoño va a ser «muy complicado», por el «enfriamiento económico», por las tensiones comerciales, por la «ralentización de Alemania» y, sobre todo, por el brexit.

Pese a todo esto, la ministra defendió que la economía española goza de la confianza de los mercados financieros y de las instituciones internacionales y pidió al PP no caer en «alarmismos, sobrerreacciones» ni «repetición de cifras y comparaciones absolutamente espurias e incorrectas» de datos. El diputado del PP Teodoro García Egea había criticado la ausencia de medidas «ante la evidente desaceleración».

FORTALEZAS Y DEBIlIDADES / En una conferencia posterior, dentro del foro Tendencias 2020 organizado por El País y Kreab, Calviño subrayó, además, que la economía española «sigue creciendo sobre fundamentos sólidos», ganando competitividad, sin «burbujas insostenibles» en el sector inmobiliario y con un menor endeudamiento privado.

Calviño, para no caer en «autocomplacencia», se refirió a los desequilibrios que aún aquejan a la economía española: elevados niveles de paro y deuda pública, precariedad laboral y escasas ganancias de productividad. Ayer mismo, el Banco de España puso en evidencia una nueva señal de desaceleración en la economía española, que ya ha empezado a hacer mella en los resultados empresariales en la primera parte del 2019.

Tras tocar suelo en el 2013, los niveles medios de rentabilidad de las empresas españolas iniciaron una recuperación paulatina. En el 2018 la rentabilidad media volvió a crecer para el conjunto de la muestra de empresas que participa en la encuesta de la Central de Balances Trimestral (CBT) que elabora el organismo. Sin embargo, con datos hasta junio, la rentabilidad de las empresas cae «levemente» en el 2019.

El Banco de España vincula esta caída de la rentabilidad con «el deterioro que la actividad de explotación ha experimentado en este período, en un contexto de desaceleración económica». Este deterioro se ha traducido en descensos generalizados del resultado económico en todos los sectores analizados, excepto en el de energía, que es el único con un comportamiento algo más expansivo, según el análisis del Banco de España

LA AMENAZA DEL ‘BREXIT’ / Con todo, la mayor amenaza de este «complicado» otoño -en palabras de Calviño- tiene que ver con el riesgo creciente de una salida abrupta del Reino Unido de las instituciones de la Unión Europea el próximo 31 de octubre. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, se encargó ayer de subrayar este riesgo durante su intervención en el citado foro Tendencias 2020.

De Guindos advirtió de unos posibles efectos del brexit para la economía europea muchos más duros de lo previsto. «El factor de volatilidad y de impacto negativo en la actividad no está totalmente descontado en los mercados financieros» alertó el vicepresidente del BCE y exministro español de Economía.

«Se han adoptado muchas medidas para que los mercados específicos estén preparados», pero «hay algo que no se puede preparar», dijo De Guindos, «y es el impacto desde el punto de vista de las expectativas económicas y de los flujos comerciales». Así pues, «no está descontado al 100%, en absoluto, un brexit sin acuerdo por parte de los mercados financieros y eso podría llevar a volatilidad», reiteró.

El BCE rebajó el jueves sus previsiones de crecimiento para la economía de la zona euro hasta el 1,1% para este año y el 1,2% para el próximo. Y eso, sin incluir el efecto de un posible brexit duro, recordó De Guindos. Si eso se produce, la desaceleración será inevitablemente más intensa y el otoño económico mucho más complicado.