El Banco de España confirmó ayer que uno de los últimos bastiones que resistían a la crisis ha empezado a ceder. El beneficio ordinario neto de las grandes empresas no bancarias --que mide el resultado de su negocio y de las operaciones financieras-- cayó en el tercer trimestre el 3,6%, frente al 10,5% del mismo periodo del 2007. Se trata del primer descenso de este resultado desde la crisis de 1993.

El resultado bruto de explotación, que es el que mide las ganancias obtenidas solo por la actividad pura y dura, también se redujo entre julio y agosto por primera vez en 15 años (1,8% de descenso). Esta caída se explica porque el valor generado por las empresas solo aumentó el 1%.

Con todo, el beneficio neto final de las entidades ha aumentado en doce meses del 13,4% al 25,7%. La razón es el fuerte incremento de las plusvalías en operaciones extraordinarias (del 77% al 107,1%).