El gigante suizo Nestlé, el mayor grupo de alimentación del mundo, busca un sucesor entre una docena de personas -entre ellas tres españoles- para reemplazar a su actual presidente, el austríaco Peter Brabeck-Letmathe, quien dejará su puesto en abril de 2008, tras tres años en el cargo.Tras la presentación hoy de los mejores resultados en la historia del grupo (un beneficio de 9.200 millones de francos, unos 5.650 millones de euros, el 13,8 por ciento más), el austríaco de 62 años aclaró sus intenciones al frente del grupo, en el que trabaja desde hace 40 años.El nombre del sucesor se conocerá en septiembre y el relevo de funciones se acometerá durante la Junta General de Accionistas de abril de 2008, explicó hoy Brabeck-Letmathe. Con un salario en 2006 que rondó los 8,6 millones de euros, el austríaco aseguró que desde hace tiempo ha ido informando de su intención de dejar la dirección ejecutiva del grupo a partir de mediados de 2008, para limitarse a partir de entonces a ocupar la presidencia del Consejo de Administración del grupo alimentario.El hecho de que compatibilice ambos cargos en un grupo de la talla de Nestlé suscita cierta inquietud entre analistas y accionistas. Posibles sucesores Uno de los nombres que más suenan para relevarle es el del actual responsable financiero, Paul Polman, un holandés de 51 años que ha sido presidente de Procter & Gamble para Europa del Este hasta mediados de 2005. Algún medio de comunicación suizo también se hace eco de los rumores de que el elegido podría ser Richard Laube, responsable de la división de Nutrición y que, al igual que su supuesto rival, ha pasado por Procter & Gamble.También tendrían posibilidades de presidir el grupo el director para América, Paul Bulcke, y el responsable de Estrategia y Márketing, Lars Olofsson, aunque en realidad podrían optar al cargo cualquiera de los doce miembros de la dirección general.Entre ellos hay tres españoles: Luis Cantarell, vicepresidente ejecutivo para Europa; Francisco Castañer, para los negocios no alimenticios del grupo en todo el mundo y de asuntos corporativos y de recursos humanos, y José López, para Operaciones. Decisión difícil La decisión final la tomará el Consejo de Administración de Nestlé, del que forman parte, entre otros, André Kudelski, el responsable del número uno mundial en tecnologías de seguridad digital, Kudelski, el ex ministro suizo Kaspar Villiger y Daniel Borel, presidente del consejo de Logitech. No se trata de una decisión fácil, además de por la trascendencia propia del cargo, porque aún está muy reciente el escándalo que supuso el paso de Nelly Wenger por la dirección de Nestlé Suiza y su millonaria apuesta por un nuevo diseño de las cajas de chocolates Cailler, la marca estrella y más antigua del chocolate suizo, que acabó en un desastre comercial. Según el blog no oficial de la compañía, creado y mantenido por trabajadores del grupo, Wenger fue nombrada explícitamente por Brabeck, tras haber cosechado una gran relación tanto con el austríaco como con la dirección de Coop, el principal cliente de Nestlé Suiza y sin siquiera hablar alemán, el idioma mayoritario en Suiza. La carismática ejecutiva francesa presentó su dimisión el pasado septiembre "por dos o tres meses" para tratarse del cáncer de mama que padece, aunque su ausencia también se liga desde diferentes frentes al que fue calificado como "el mayor fracaso industrial helvético". "Si una empresa no arriesga está condenada a morir", justificó hoy el propio Brabeck, quien anunció que el relanzamiento de la marca será en marzo y recordó que el plan de negocio de Nespresso -uno de los principales motores del crecimiento actual de la compañía- también fue muy criticado al comienzo, hace 20 años.