El Banco de Inglaterra ha observado desde lejos las inyecciones de liquidez en los mercados que sus pares europeo, japonés y estadounidense han hecho para enfrentar la crisis hipotecaria. La razón, según declaró a la cadena BSKyB el ministro británico de Finanzas, Alistair Darling, es que "ninguna institución financiera contactó con el Banco de Inglaterra" para pedirle "liquidez con el fin de hacer frente a la crisis actual".