El grupo japonés Nissan prevé aplicar "lo antes posible" el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha presentado y que afecta a 1.680 empleados de sus plantas de Barcelona, con el objetivo de mejorar su competitividad y optar a fabricar algún otro modelo en el año 2010.

El consejero director general de Nissan Motor Ibérica, Fumiaki Matsumoto, ha explicado hoy en rueda de prensa los detalles de este ERE, que ha justificado por la caída generalizada de las ventas, el incremento de los costes de producción y el cambio de tendencia de los consumidores, que prefieren coches más pequeños y menos contaminantes.

Matsumoto ha afirmado que este "drástico" plan de ajuste laboral permitirá a las fábricas de Nissan en la Zona Franca y en Montcada i Reixach (Barcelona) eliminar el tercer turno de trabajo y reducir su capacidad productiva a un 80 por ciento, teniendo en cuenta las previsiones futuras de producción y de demanda.

Se trata, ha dicho, de una decisión "difícil pero necesaria" para asegurar la sostenibilidad de las plantas de Barcelona, en las que actualmente se fabrican los todoterrenos Pathfinder y Navara y la furgoneta Primastar, modelo que también se comercializa como Renault Traffic y Opel Vivaro.

"Nissan es consciente de que es una medida drástica y lamentamos tener que prescindir de 1.680 personas que han sido formadas en la empresa y han colaborado duramente para conseguir los logros que se había marcado la compañía", ha señalado Matsumoto en la que ha sido su primera comparecencia pública como consejero director general de Nissan Motor Ibérica, cargo que ocupa desde el pasado 25 de agosto.

El responsable de la multinacional nipona ha asegurado que la compañía ha valorado "todas las soluciones posibles" antes de presentar este ERE, aunque ha llegado a la determinación de que el futuro de las fábricas de Barcelona pasa por una "redimensión permanente" de su plantilla, formada por 4.479 trabajadores.

Este ajuste laboral, que afectará a casi al 40 por ciento de la plantilla, se aplicará "lo antes posible" y su "mayor impacto" se producirá este mismo año, según ha avanzado el subdirector general de Nissan en España, Sergio Alcaraz.

La previsión de Nissan es que el plan, que se ha diseñado con la vista puesta a medio y largo plazo, se haya aplicado antes de septiembre de 2009, con el objetivo de que el siguiente año, en 2010, la planta de Zona Franca esté en condiciones de optar a la fabricación de algún nuevo modelo que lance el grupo japonés, incluso si se trata de un turismo.

"Estamos convencidos de que si tomamos las medidas adecuadas lograremos superar la crisis que nos acecha y estaremos mejor preparados para acoger la producción de nuevos productos que conecten con las necesidades del mercado", ha subrayado Matsumoto, que ha recordado que Nissan prevé el lanzamiento de sesenta nuevos modelos en los próximos años.

El problema de la planta de Nissan en Barcelona es que está centrada en los todoterrenos y en el vehículo industrial, precisamente los segmentos de producto más castigados por la crisis que vive el mercado del automóvil.

La fábrica de Zona Franca produjo el pasado año 193.000 unidades, cifra que se reducirá este año hasta 130.000 vehículos, mientras que la previsión de cara a 2009 es que se fabriquen unos 110.000.

El plan diseñado por Nissan empezará a aplicarse de forma inmediata, pues la próxima semana se reducirá de tres a dos turnos la fabricación de la furgoneta Primastar.

La dirección de Nissan se ha comprometido a "apoyar" y realizar el "máximo esfuerzo" para minimizar el impacto del ERE en la plantilla, a la vez que se ha mostrado convencida de que las plantas catalanas serán capaces de sortear la crisis y convertirse "en un centro estratégico global" de la multinacional y en un "referente" para otras fábricas en el mundo.