La empresa finlandesa de equipamiento de telecomunicaciones Nokia se ha desplomado este jueves un 23,35% en bolsa después que la compañía haya decidido suspender temporalmente el pago de dividendos y haya revisado a la baja sus previsiones para los ejercicios 2019 y 2020 coincidiendo con el inicio del despliegue de la nueva tecnología móvil 5G.

En concreto, las acciones del grupo finlandés han perdido la barrera de los cuatro euros tras concluir la jornada en los 3,616 euros, lo que representa un descenso del 23,35% en comparación con los 4,718 euros en los que cerró la sesión del jueves en la Bolsa de Helsinki.

De esta manera, los títulos de Nokia han marcado su nivel más bajo desde el 2 de septiembre del 2013, cuando concluyeron en los 2,833 euros, un día antes de que Microsoft anunciará la adquisición del negocio de móviles de la finlandesa a cambio de 5.440 millones de euros en efectivo, lo que disparó el valor de las acciones de la compañía finlandesa casi un 34%.

En un comunicado con motivo de la publicación de los resultados de los nueve primeros meses del 2019, Nokia anunciaba este jueves un 'profit warning', que obedece principalmente a la presión en los márgenes, así como a las inversiones adicionales que realizará tanto en el 5G como en digitalización.

En concreto, prevé para el 2019 un beneficio por acción de alrededor de 0,21 euros, frente a la anterior estimación de entre 0,25 y 0,29 euros, y un margen operativo de en torno al 8,5%, inferior al anterior rango de entre 9% y 12%. Para el 2020, rebaja el beneficio por acción previsto desde entre 0,37 y 0,42 euros a alrededor de 0,25 euros y el margen de entre 12% y 12% a en torno de 9,5%.

En cuanto al dividendo trimestral, que comenzó a distribuir en el 2018, informa de que el consejo de administración ha decidido suspender su pago en el tercer y cuatro trimestre para garantizar su capacidad de aumentar sus inversiones en 5G, fortalecer su posición de efectivo y continuar invirtiendo en el crecimiento de áreas estratégicas de empresa y software.

La compañía incide en que esta decisión es acorde a su política de dividendos, en la que las decisiones se adoptan trimestralmente teniendo en cuenta su posición de efectivo y la generación de flujo de caja prevista. Así, añade que su intención a largo plazo es seguir distribuyendo dividendo y por ello pedirá autorización en la próxima junta general de accionistas.

El presidente y consejero delegado de Nokia, Rajeev Suri, ha afirmado que la empresa ha registrado un "sólido" tercer trimestre, con la mayoría de sus negocios presentando un buen desempeño, pero ha reconocido que, al mismo tiempo, han empezado a materializarse algunos de los riesgos en la fase inicial del 5G que ya señalaron.

"En particular, nuestro margen bruto del tercer trimestre se vio afectado por la mezcla de productos, el alto coste asociado con nuestros productos 5G de primera generación, los desafíos de rentabilidad en China, la presión sobre los precios en las primeras ofertas de 5G y la incertidumbre relacionada con la fusión anunciada de operadores en América del Norte", incide.

Sin embargo, ha confiado en que serán capaces de mitigar progresivamente estos problemas a lo largo del próximo año, para lo cual incrementarán la inversión en 5G para acelerar el lanzamiento de productos y reducir sus costes y en la digitalización de los procesos internos para mejorar su productividad.

Nokia ha publicado este jueves los resultados financieros de los nueve primeros meses del 2019, en los que registró unas pérdidas netas atribuidas de 557 millones de euros, lo que supone un 4,5% más que los 533 millones de euros que perdió en el mismo periodo del ejercicio anterior.

La facturación neta de Nokia entre enero y septiembre alanzó los 16.412 millones de euros, un 5% mas en comparación con los 15.695 millones de euros que ingresó en los nueve primeros meses del 2018, aunque a tipos de cambio constantes el aumento de la cifra de negocio se redujo al 2%.

Por segmentos de negocio, la división de redes de telecomunicaciones avanzó un 5%, hasta 12.770 millones de euros, mientras que el área de 'software' ingresó 1.775 millones de euros, un 7% más. El negocio de tecnologías se elevó un 3%, hasta 1.112 millones de euros.

En el tercer trimestre, Nokia obtuvo un beneficio neto de 82 millones de euros, en contraste con las pérdidas netas de 79 millones de euros del mismo periodo del 2018, tras un incremento de la facturación del 4% (1% a tipos de cambio constantes), hasta 5.686 millones de euros.