Fiasco industrial, como dice la empresa argelina Sonatrach, o apropiación ilegítima del proyecto, como aseguran Repsol y Gas Natural. Estos son los dos puntos de vista enfrentados para explicar la rescisión del contrato de Sonatrach con Repsol y Gas Natural para el desarrollo estratégico de uno de Gassi Tuil, uno de los mayores yacimientos de gas del mundo con una inversión de 5.500 millones de euros. El compromiso de Sonatrach con sus socios americanos es la clave de la presión para la ejecución del proyecto, que tenía que arrancar en el 2009, en los plazos previstos.

Los retrasos en la ejecución del proyecto comenzaron a inquietar a Sonatrach, que con los precios del petróleo en alza y los acuerdos con Gazprom, ha comenzado a reorientar la política energética argelina. La nueva filosofía de la negociación argelina se resume en una frase ya célebre del ministro de Energía argelino, Chakib Jelil: "Tenemos el dinero, la tecnología y el gas. ¿Qué pones tú?". Este modelo deja atrás la política de precios preferenciales por razones de "buena vecindad", y da paso a una nueva realpolitik del mercado del gas, en el que los suministros y los precios serán utilizados como "vectores diplomáticos".

El anuncio de la necesidad de revisar los precios del gas hecho por Jelil la víspera de la visita del rey Juan Carlos a Argelia y la necesidad de que España "retome sus responsabilidades históricas con el problema de descolonización del Sahara" en el discurso de Buteflika durante la visita del presidente Zapatero, son dos signos de la nueva política.

Los problemas para la ejecución del contrato de Gassi Tuil fueron expuestos por Jelil en marzo del 2007, durante una visita a España: "Repsol y Gas Natural dicen ahora que tienen retrasos y quieren renegociar las condiciones de ejecución. Somos receptivos con dos condiciones: la primera es que el Estado argelino no puede perder ingresos fiscales a causa de los retrasos y la segunda es que las compañías españolas deben proveer a Sonatrach el gas necesario para cumplir nuestros compromisos con las compañías americanas". Pero el tiempo avanzaba sin acuerdo. La nota de Repsol YPF y Gas Natural que denuncia una "apropiación del proyecto por motivos políticos", ha provocado a Sonatrach, que reaccionó con un comunicado "particularmente virulento", según un diario francófono argelino.