La crisis no ha dejado huella en los ricos. Al contrario. Desde el 2008, el año en el que se produjo la debacle financiera, el número de millonarios en España ha acumulado un aumento del 60%, hasta situarse en 202.000 en el 2016, según el Informe Mundial de la Riqueza 2017 elaborado por la consultora Capgemini.

El valor de su riqueza se situó en 583.900 millones de dólares (unos 494.000 millones de euros al cambio actual), en torno a la mitad del PIB, es decir, el valor de la riqueza que se genera anualmente en el país. El importe total de su patrimonio experimentó un aumento anual de alrededor del 5% y del 58% desde el 2008, según los datos del estudio.

La cartera de los ricos españoles está formada en un 28,5% por acciones; el 26,8% en efectivo o equivalentes; el 18,4% inversiones inmobiliarias; el 15,5%, renta fija; y el 10,9%, inversiones alternativas. Esta composición es similar, aunque difieren las proporciones, que la del conjunto de millonarios a nivel mundial, que son 16,5 millones, con un valor de su riqueza de 63,5 billones de dólares (53,8 billones de euros al cambio actual). El 31,1% está formado por acciones; el 27,3%, efectivos y similares; el 18%, renta fija; el 14%, inversiones inmobiliarias; y el 9,7%, inversiones alternativas.

MÁS DESIGUALDAD / Esta evolución contrasta con la desigualdad social que, desde el 2007, se ha disparado en España y se ha consolidado como el segundo país de la UE con mayor divergencia de rentas, según un informe de Oxfam presentado a principios de año.

A escala global, el número de grandes fortunas alcanzó el nivel más elevado de la historia. En este apartado se incluyen todas aquellas personas con más de un millón de dólares en activos, sin incluir la vivienda principal y piezas de coleccionista.

España ocupa el puesto número 14 en el ránking de países con población millonaria. Es el séptimo de Europa, pero no el que ha experimentado un mayor crecimiento en número de ricos el año pasado (5%). Le superaron Holanda (14%), Suecia (13%), Francia (11%), Austria (10%), Italia (10%) o Reino Unido (7%). En cambio, en el 2015 fue el país europeo en el que más creció el número de personas acaudaladas, con el 8,4%, lo que supone que, a pesar de crecer, ha registrado una cierta ralentización.

No es de extrañar que España ocupe un lugar importante ya que entre sus habitantes se encuentra Amancio Ortega, el principal accionista de Inditex-Zara, uno de los hombres más ricos del mundo. De hecho, en más de una ocasión ha ocupado el primer puesto a nivel global en la clasificación de la revista Forbes. Las cifras también concuerdan con la evolución del impuesto del patrimonio.

El área de Asia-Pacífico es donde viven más ricos, con un total de 3,37 millones de personas; seguido de EEUU, con 3,35 millones y Europa, con 3,17 millones. Por países, destacan los datos de Rusia, con el mayor crecimiento del conjunto de estados (20%) el año pasado; y de Brasil, que también experimentó un alza de dos dígitos.

Los autores del estudio mantienen el pronóstico del 2016 de que el valor de la riqueza de los millonarios superará los 100 billones de dólares en el 2025. Las rentabilidades logradas con las inversiones bajo gestión de los gestores de patrimonios, con una media del 24,3%, vislumbran buenas oportunidades para estas firmas, según los representantes de Capgemini.

El estudio también pone de manifiesto que entre las causas de estos resultados se encuentran el enfoque de inversión global de las grandes fortunas, el uso de crédito para invertir, la mentalidad de crecimiento de capital y la sólida rentabilidad de algunas clases de activos.