La cumbre del G-20 empezó ayer con una recepción de la reina Isabel en el Palacio de Buckingham, que dio pie al primer encuentro entre Barack Obama y José Luis Rodríguez Zapatero. Los dos mandatarios hicieron un aparte en el que hablaron --con ayuda de una intérprete-- sobre los retos del encuentro internacional, la reunión de la OTAN y del multilateralismo, que ambos llevan como bandera.

Según explicó un portavoz de la Moncloa, el presidente de EEUU dijo que le gustaría viajar "pronto" a España. Los dos dirigentes quedaron en hablar más tranquilamente el próximo domingo en Praga, cuando celebrarán la primera reunión bilateral. Obama y Zapatero tuvieron tiempo de comentar las aficiones deportivas que comparten: el baloncesto y el footing. "A ver si echamos unas canastas o salimos a correr", le dijo Obama al líder español.

Zapatero --que después estuvo hablando a solas con el premier británico, Gordon Brown, y el líder ruso, Dmitri Medvédev-- también tuvo ocasión de saludar a Michelle Obama. La primera dama es la auténtica reina de esta cumbre, con el permiso de la mediática Carla Bruni, que no acompaña en esta cita a su marido, Nicolas Sarkozy.