Las firmas que gestionan aparcamientos en España afrontan el futuro tras la pandemia con el convencimiento de que tienen que reinventarse. El confinamiento de la población de las últimas semanas ha causado un socavón en las cuentas, vacío predominante en las plazas e impulso súbito de los nuevos usos de los espacios, que apuntan a consolidarse. Los estacionamientos urbanos subterráneos transitan ahora para convertirse en zonas de almacenamiento estratégico para la logística de última milla, lugares de refugio para la distribución de productos comprados on line. Las flotas de coches de alquiler tienen en los aparcamientos subterráneos un aliado de lujo para su expansión. Las eléctricas también tienen vía libre para instalar puntos de recarga.

Las empresas de aparcamientos confían en un alza de la actividad en los próximos meses y que se acelere esa transformación. La Asociación Española de Aparcamientos y Garajes, Asesga, confirma el «previsible aumento de la utilización del vehículo privado, al menos en las primeras etapas de la desescalada y la vuelta a la normalidad».

Saba, como líder del sector, ejemplifica esos esfuerzos del sector por reinventarse. Mantiene una quincena de acuerdos con operadores de alquiler de vehículos en ciudades de España, Italia y Chile. «Este ecosistema de movilidad compartida se está ampliando a otros medios de transporte unipersonales como bicicletas, motos eléctricas o patinetes eléctricos». Saba confiesa su objetivo es «convertir las plazas en microalmacenes organizados por barrios en grandes ciudades, para poder adaptarse, lo máximo posible, a los horarios del consumidor».

En el marco de la estrategia de potenciar los aparcamientos para su uso como almacén de mercancías, se están instalando taquillas para e-commerce, que permiten recoger o devolver las compras on line.

Pasado el periodo del confinamiento, en el sector logístico son conscientes de que volverán a registrarse los efectos de la denominada logística absurda, por la que el 30% de las entregas de compras fallan (el 18% requieren una segunda visita y el 12% son devoluciones). El almacenaje en zonas próximas al destino puede ser una solución. Amazon negocia con Saba y ya mantiene acuerdos con gasolineras de Repsol, Telepizza, centros comerciales Merlin y Unibail, supermercados DIA y trasteros OhMyBox, por ejemplo.