Las cajas de ahorro extremeñas destinaron en el 2004 20,8 millones de euros (3.460 millones de pesetas) a obra social y cultural, según se desprende del informe sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC) difundido ayer por la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). Según dicho informe, Caja Badajoz apoyó iniciativas socioculturales con 11,3 millones de euros, mientras que Caja Extremadura lo hizo con 9,5 millones.

El informe se dio a conocer en el Foro Estratégico de Cajas de Ahorro, que reunió por primera vez en 170 años de historia de estas entidades a los consejos de administración de las 46 cajas españolas. El encuentro fue inaugurado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. También intervinieron el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato; el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana; y varios presidentes de cajas, entre ellos Jesús Medina, de Caja Extremadura.

El eje del foro, que concluye hoy en Madrid con la clausura de los Príncipes, es la responsabilidad social de las empresas, que son normas de buen gobierno de las entidades tendentes, por ejemplo, al respeto al medio ambiente, las buenas relaciones con los trabajadores o la implicación en proyectos sociales (que ya hacen las cajas con la obra social).

1.200 MILLONES AL AÑO Las 46 cajas españolas destinan 1.200 millones de euros a obra social al año. Esta dedicación fue reconocida por Zapatero, que dijo que "las cajas han sido pioneras en responsabilidad social corporativa". El presidente pidió a estas entidades que colaboren en la reducción del déficit inversor de España en I+D y demandó que la reforma de los estatutos autonómicos que está en marcha no sirva para invadir el espacio de las entidades.

Jesús Medina se refirió en su discurso ante un millar de personas a la obra social de las cajas como la "marca de fábrica" de las entidades de ahorro, "el rasgo más perdurable, el logro más duradero, el mejor éxito" de estas instituciones financieras.

Asimismo, resaltó el papel financiero de las cajas, ya que permiten que el centro de decisión esté próximo a los ciudadanos, suponen una barrera a la concentración de poder en el sector y prestan servicio a localidades y clientes que no interesan a los bancos. Pero resaltó que "lo peor que le puede ocurrir a la obra social es convertirse en mero apéndice de la Administración pública de referencia".

Caruana dijo que las cajas son un "elemento central" del sistema financiero pero alertó de que estas entidades han incrementado sus riesgos. Juan Ramón Quintás, presidente de CECA, defendió el buen sistema de gobierno de las cajas.