El periodo de 14 años de fuerte expansión ha terminado". Así de contundente es el diagnóstico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el informe sobre la economía española publicado ayer en París. Ante la recesión que se avecina, la OCDE no se aleja en sus recomendaciones de las clásicas recetas liberales, como una mayor flexibilidad del mercado de trabajo, incluyendo una rebaja de las indemnizaciones por despido, aunque destaca también la necesidad de mejorar el sistema educativo.

La organización de los 30 países más desarrollados certifica que los motores del crecimiento se han parado. Cita el freno de la inmigración y del trabajo femenino, el fin de los bajos tipos de interés y la restricción del crédito. La mejora de la productividad no es suficiente, mientras persisten el fracaso escolar y la escasez de trabajadores con estudios medios.

PREVISIONES PESIMISTAS Ante esta situación, tras el hundimiento del mercado inmobiliario, la OCDE prevé una caída del crecimiento del 0,9% en el 2009 y una ligera recuperación en el 2010 con un aumento del producto interior bruto del 0,8%. Estas cifras son más pesimistas que las del Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, y dan un vuelco a las anteriores de la propia OCDE, que en junio pronosticaba un crecimiento del 1,1% en el 2009. La tasa de paro prevista es del 14,2% el año próximo y seis décimas más en el 2010. Lo único positivo es la inflación: 1,8% en el 2009.

CONSEJOS Para salir de la recesión, la OCDE recomienda reformas estructurales, entre las que destaca una mayor flexibilidad del mercado de trabajo. Asegura que "el rigor de la legislación de protección del empleo aplicable a los trabajadores bajo contrato indefinido continúa favoreciendo el recurso generalizado a los contratos temporales" y recomienda "convertir en menos generosas las indemnizaciones de despido correspondientes a los contratos indefinidos y reducir así la diferencia del nivel de protección entre contratos temporales y contratos indefinidos".

Como medio para reducir estas diferencias, el informe propone "un contrato universalmente aplicable". Esta reforma permitiría utilizar más jóvenes altamente cualificados. El informe recomienda reducir algún grado el índice de los aumentos salariales ligados a la inflación.

La otra gran reforma se refiere a la mejora del sistema educativo, del que la OCDE solo ensalza los progresos en enseñanza superior, aunque pocas universidades españolas son de renombre internacional. La tasa de abandono escolar es anormalmente elevada y los resultados en la enseñanza obligatoria "son inferiores a la media de la OCDE".

El informe también propone "reducir los obstáculos a los que se enfrentan las cajas de ahorro para obtener fondos propios" y, en concreto, aconseja "suprimir la obligación de una autorización de las autoridades regionales para las fusiones".