La epidemia de covid-19 es la peor crisis sanitaria y económica desde la segunda guerra mundial por su impacto en la salud, el bienestar y el empleo, ha generado una gran incertidumbre y ahora el mundo camina «en la cuerda floja» hacia una lenta recuperación tras el confinamiento adoptado para frenar la expansión del virus. Pero las consecuencias del parón de la actividad serán duraderas y afectarán más a los más vulnerables.

Es lo que constata la OCDE en su último informe de Perspectivas presentado ayer y en el que baraja dos escenarios para ayudar a los Gobiernos a orientarse en un terreno desconocido. En el más optimista da por hecho que el virus sigue retrocediendo.

En el más pesimista trabaja con la hipótesis de una nueva ola de contagios rápidos a finales del 2020. España, uno de los países más azotados por la enfermedad, vería en este último caso desplomarse el PIB un 14,4% en el 2020 (la caída sería del 11,1% en el mejor de los escenarios) recuperando un 5% en el (un 7,5% si no hay una nueva ola) teniendo en cuenta el efecto de la crisis en el mercado laboral y la situación financiera de hogares y empresas.

En ambos casos, la contracción se debería a la caída en la demanda interna provocada por la destrucción del empleo y el parón de la actividad, a lo que se añade el descenso de la demanda externa, sobre todo en el sector turístico.

La OCDE señala que el Gobierno de Pedro Sánchez ha adoptado medidas significativas para apoyar el empleo y aportar liquidez a la economía y que mejorar la red hospitalaria y capacidad de realizar test para identificar con rapidez a la población infectada será crucial para prevenir futuros brotes. Además, sugiere que, a medida que se inicia la recupera la actividad, los trabajos a tiempo parcial tienen que sustituirse por políticas de empleo que ayuden a empresas y trabajadores de los sectores más impactados por la crisis a orientarse hacia actividades con mejores perspectivas a medio plazo.

COOPERACIÓN PARA EL TURISMO / En el análisis presentado ayer, la OCDE prevé una tasa de paro del 19,2% en el mejor de los escenarios y del 20,1% en el peor. La deuda pública será del 139,5% del PIB o del 151,2% en función de la evolución del virus.

El organismo con sede en París cree que algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno para amortiguar el golpe de la crisis deben mantenerse y mejorarse y recomienda establecer una cooperación con el sector privado y con los gobiernos autonómicos para relanzar el sector turístico.

«Mientras no haya una vacuna o un tratamiento ampliamente accesible, los gobiernos continuarán caminando en la cuerda floja», indica el informe. Si se produjera un rebrote y se volvieran a adoptar medidas de confinamiento, la economía mundial caería un 7,6% este año, un 6% si la epidemia sigue bajo control. El largo y estricto confinamiento en Europa ha provocado un desplome del PIB en la zona euro de entre el 9,1% y el 11,5%.

Después de registrar su nivel más bajo en cincuenta años, la tasa de paro en los países de la OCDE se ha duplicado en los seis primeros meses del año y podría alcanzar el 12,5% de aquí a finales de año.