La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento económico y prevé que sea del 1,5% para este año y del 2,2% para el 2003, contra el 1,8% y el 3% anunciados anteriormente para los 30 países que integran la institución.

La OCDE espera un crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro del 0,8% en el 2002 y del 1,8% para el 2003, por lo que recomienda la revisión del pacto de estabilidad, como reclamaron Alemania y Francia.

La reactivación económica mundial que parecía real a primeros de año aparece ahora "vacilante y menos importante que lo previsto", subrayan los expertos que descartan, sin embargo, una caída en la recesión "a pesar de la incertidumbre política".

DEBIL INFLACION

El motor de la economía mundial, Estados Unidos, debería alcanzar este año un crecimiento del 2,3% y del 2,6% en el 2003, incluso aumentar hasta el 3,6% en el 2004. La inflación será "débil" este año, el 1,1%, para incrementarse ligeramente el 2003 hasta el 1,3%. En cuanto al desempleo, crecerá hasta el 5,8% en el 2002 y al 6% en el 2003.

El crecimiento en Europa es "menos uniforme", incluso en la zona euro. En Alemania, y en Italia especialmente, depende más de la evolución exterior que en los otros países del continente. Según la OCDE, las exportaciones fueron el principal motor de la actividad de la zona euro aunque se prevé que el consumo privado se recupere a partir del 2003. La inflación prevista para este año es del 2,2% y del 1,9% para el 2003. El empleo dejará de crecer en el tercer trimestre debido a la contracción de Alemania, y el paro no mejorará antes del 2004 con una tasa del 8,3% este año y del 8,5% en el 2003.

Los expertos de la OCDE subrayan que sus previsiones para la eurozona están basadas en la hipótesis de que el Banco Central Europeo baje los tipos de interés medio punto hasta dejarlos en el 2,75%. También esperan un replanteamiento de las normas presupuestarias. El jefe economista de la OCDE, Jean Philippe Cotis, recomienda claramente una "adaptación" del pacto de estabilidad y crecimiento que preconiza el retorno al equilibrio de las finanzas públicas de los Quince.

Según Cotis, la falta de clarificación ha llevado a algunos países ante un dilema: "Elegir entre reactivar el crecimiento con un aumento del déficit, aunque tengan que reducir su margen de maniobra a largo plazo, o restringir los gastos para equilibrar las finanzas y preservar un margen frente el envejecimiento de la población, aunque con ello frenen la reactivación de la economía". Una situación que, a su juicio, puede resolver la revisión del pacto de estabilidad. Un portavoz del comisario europeo de Economía, Pedro Solbes, respondió ayer rechazando la posibilidad de reformar el pacto, y aseguró que la Comisión lo aplicará de forma estricta y en el tiempo establecido.