Miles de olivareros andaluces se echaron ayer a la calle en defensa del olivar tradicional y para reclamar precios justos de un producto que, en estos momentos, los agricultores venden muy por debajo del coste de producción. A ellos les cuesta 2,70 euros producir un litro del oro líquido, denuncian, pero la industria se lo compra a dos euros y luego lo venden al consumidor a entre tres y cuatro euros, e incluso cinco euros si hablamos de Italia. «Nos están robando 1.500 millones de euros», resumió el líder de Coag Andalucía, Miguel López, una de las asociaciones convocantes, «la misma cantidad que el conjunto de la ficha financiera de la PAC para Andalucía».

La reclamación de los agricultores cuenta con el respaldo de todo el sector, aunque solo Coag y UPA, así como los sindicatos UGT y CCOO, convocaron la marcha dado que el resto de entidades y fabricantes confían en que funcione la presión a través del Ministerio de Agricultura. Al grito de «precios justos», la comitiva recorrió una de las principales arterias de Sevilla hasta concluir ante la Delegación del Gobierno, donde pidieron una solución inmediata a la crisis de bajos precios que vive el sector, con una caída de más de un 30 por ciento en los últimos meses, y que se estabilice el mercado. Consideran que el precio del aceite debería estar por encima de los tres euros, frente a los dos actuales que reciben.

Así, los convocantes exigen al gobierno autonómico que reivindique en Bruselas la autorregulación del sector, además de que se permitan algunas excepciones en materia de competencia y la creación de una agencia que certifique la calidad y pureza del producto. También la modificación de la Ley de Cadena Alimentaria, de forma que se puedan establecer contratos-tipo que garanticen unos precios mínimos vinculados a los costes de producción, a fin de que «aporte un equilibrio y garantía de renta a la cadena y una estabilidad en el precio para un consumo constante».