Con el precio del barril a más de 80 dólares, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se mostró ayer "cómoda" y envió un mensaje de firmeza a los mercados al ratificar el fuerte recorte de producción de crudo adoptado en el 2008, cuando la crisis financiera provocó el desplome del valor. "Los precios no son altos, son cómodos para nosotros", afirmó en Viena el secretario general del cártel petrolero, el libio Abdalá El-Badri, tras concluir la 157 conferencia ministerial del grupo.

"No podemos tener ingresos decentes cuando no podemos invertir en nuevos suministros. Los consumidores también pueden estar cómodos con estos precios", añadió. De hecho, la cotización del futuro del barril de Brent se movió ayer a la baja, aunque cotizó a 85 dólares. La decisión de la OPEP mantiene sin cambios la oferta oficial de 11 de los 12 países miembros (todos menos Irak), en 24,8 millones de barriles diarios, vigente desde el 1 de enero del 2009.

La conferencia nombró al vicepresidente de la OPEP, el iraní, Masoud Mir-Kazemi, como presidente a partir del 2011. Sustituye a Wilson Pástor-Morris. Teherán ocupará el cargo por primera vez desde 1974.