Las consecuencias de una eventual guerra en Irak volvieron a marcar ayer la tercera jornada de debates del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). Varios responsables de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) afirmaron que el suministro de crudo estará absolutamente garantizado en caso de que se produzca una guerra en Irak y se paralice la producción de este país. Además, se comprometieron a intentar devolver el precio del barril al entorno de los 25 dólares (el brent cotizó el viernes a 30,50 dólares).

La llegada ayer a Davos del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, contribuyó a marcar el clima prebélico que envuelve este año la cumbre económica. Además, coincidió con la ya manifestación antiglobalización con rigurosos controles, por lo que menos de un millar de personas lograron desfilar en calma por el centro de Davos, mientras en Ladquart la policía sometía con mangueras, gases lacrimógenos y pelotas de goma a los que no llegaron a la estación.

En Porto Alegre (Brasil) también prosiguió ayer el III Foro Social Mundial, alternativo a la reunión de Davos. Oxfam Internacional --que reúne a 12 agencias de desarrollo europeas-- lanzó su informe de rechazo a la iniciativa de Estados Unidos de crear una zona de libre comercio en todo el continente.