France Télécom anunció ayer el peor balance económico anual de su historia. La operadora francesa perdió 20.736 millones de euros (3,45 billones de pesetas) en el 2002, unas cifras que el propio presidente, Thierry Breton, dijo al presentarlas que "dan vértigo". Pese al reconocimiento de la evidencia, el directivo insistió en que "hay una verdadera voluntad de salir adelante" y puso énfasis en que "la crisis de liquidez ha quedado atrás" ya que la compañía ha conseguido posponer la devolución de gran parte de la deuda hasta el 2005, año en el que vencen 20.000 millones de euros en préstamos.

El grueso de las pérdidas del pasado año, más del doble de los 8.280 millones de euros anotados en el 2001 y las mayores que nunca ha tenido una empresa francesa, se explican por las depreciaciones excepcionales de 18.227 millones de parte de las filiales.