El Gobierno español, organizaciones agrarias y cooperativas expresaron ayer su rechazo a la propuesta de reforma. Así, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, anunció en Sevilla que el Gobierno va a poner en marcha una "ofensiva diplomática" para entrar en contacto con los países que pudieran compartir los puntos de vista de España para tratar de configurar una PAC "más equilibrada y adaptada" a la realidad agrícola española.

Según Arias, la propuesta presenta un modelo de "ayudas desacopladas" y de modulación que pueden tener efectos "muy perjudiciales".

El director de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE), Eduardo Bamonde, aseguró, por su parte, que la propuesta supone un desmantelamiento de la PAC con el fin de allanar las negociaciones con la Organización Mundial de Comercio (OMC) "a costa de los agricultores".

El presidente de Asaja, Pedro Barato, afirmó que la propuesta no sólo es perjudicial para los agricultores y ganaderos, sino para la sociedad en general y exigió al Gobierno español que "no ceda ni un ápice"; el secretario general de Coag, Eduardo Navarro, recordó que la propuesta adolece de soluciones a los problemas reales de los agricultores y de un modelo a seguir, ya que es una opción economicista "pura y dura", y el líder de UPA, Fernando Moraleda, afirmó que esta propuesta es "aún más inaceptable" que la anterior.