El jefe del Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea (UE), Nicolas Sarkozy, convocó anoche a los jefes de Estado o de Gobierno del Eurogrupo (los 15 países de la zona euro), en respuesta a una petición del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien almorzó en el palacio del Elíseo. El Eurogrupo se reunirá mañana en París para tratar sobre un plan de acción común contra la crisis financiera.

Tras su entrevista de hora y media, Sarkozy calificó la propuesta de Zapatero de "interesante, pertinente y útil", aunque añadió que debía efectuar consultas antes de dar una contestación. La respuesta positiva llegó a las ocho de la tarde. Por la mañana, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, había ya evocado la posibilidad de esta cumbre. Zapatero y Sarkozy se entrevistaron como compensación a que el jefe del Gobierno español no fuera invitado el sábado a la minicumbre de los cuatro países europeos miembros del G-8 (Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia). Tras la reunión, ambos efectuaron una breve declaración.

RELOJES ACOMPASADOS Con un análisis coincidente, los dos dirigentes calificaron la situación de "crisis sin precedentes" y abogaron por una respuesta europea coordinada. Zapatero destacó que "es importante tener una Europa fuerte y una presidencia fuerte" de la UE como la de Sarkozy, a cuyas iniciativas para enfrentarse a la "grave crisis" ofreció el apoyo de España.

Con rostro muy serio, el jefe del Gobierno español describió la situación como de "profunda desconfianza" en los mercados financieros, lo que impide que "el crédito funcione y, por tanto, que se puedan financiar las empresas y las necesidades de las familias". Pero se mostró convencido de que se hallará una salida. "Solventaremos la situación y para ello es imprescindible la determinación y la coordinación", dijo. Sarkozy resumió la reunión en una frase: "Los relojes de Francia y España marcan la misma hora". Y recordó que, además de una respuesta coordinada de Europa, se necesitará un acuerdo mundial, porque la crisis afecta a todo el mundo.

DIVERGENCIAS Los mandatarios europeos no han logrado hasta ahora una posición común. Tras la minicumbre del sábado, Alemania aseguró los depósitos de todos los bancos, la misma medida que había reprochado a Irlanda, y el miércoles Sarkozy y la cancillera Angela Merkel prometieron coordinar sus acciones.

Mientras, en EEUU, la Casa Blanca convocó a los dirigentes de las principales entidades financieras para discutir el plan de salvamento de la Administración de George Bush.