Cancún, el mayor centro turístico de México, símbolo de la opulencia al servicio del visitante extranjero, es el marco elegido por los 146 países de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para avanzar en la liberalización del mercado agrícola que equilibre la balanza entre los países desarrollados y los que aún están lejos de pertenecer a la llamada economía globalizada.

Rodeados de hoteles de lujo, a un paso de importantes focos de pobreza, estos países lucharán por los mercados a partir del miércoles. De una parte está el reciente pacto entre la UE y EEUU y, de otra, los países más poblados (China e India) junto a los más pobres de Latinoamérica.

COMIDA PRIMERO

El grito de un millar de ONG concentradas en este paraíso turístico será: "Primero, comida". Esta quinta conferencia ministerial de la OMC tiene como puntos principales la mejora en los accesos a los mercados, la reducción o eliminación de subvenciones a la exportación y las reducciones de las ayudas internas que están distorsionando los precios de los productos agrícolas.

Los Quince proponen suprimir sus apoyos a la exportación, a condición de que EEUU haga lo propio con los créditos que otorga a sus productos agrícolas. La reducción se aplicaría a una lista de artículos de interés para los países en desarrollo.

El Banco Mundial sostiene que "un acuerdo que responda a las necesidades de los países en desarrollo podría sacar de la pobreza a 144 millones de personas". Pero los más optimistas apenas si confían en estos buenos deseos. En la calle, decenas de millares de campesinos y los llamados globalifóbicos en México, intentarán llevar sus manifestaciones hasta los hoteles de la barra turística .

Existe el temor de que las propuestas de los dos superbloques comerciales sean "la firma de la sentencia de muerte para la economía rural y los campesinos", dice Rosset, director de la ONG Food First (Comida Primero).

Los subsidios agrícolas de los países ricos son doce veces más grandes que los de los países en desarrollo: 278.000 millones de euros (46 billones de pesetas), frente a 23.000 millones de euros (2,8 billones de pesetas). Además, la mayor parte de estas ayudas, como resalta el Banco Mundial, "va a grandes agricultores que ganan más que una familia media de la UE, Japón o EEUU".

"Cancún no será un éxito, pero tampoco un fracaso", predice el director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, quien hace menos de dos meses clamaba contra las "posiciones encastilladas" de los 146 países.

Mientras, más de 3.700 policías, y un millar de efectivos de seguridad privados cuidan ya para que campesinos, estudiantes y miembros del movimiento de resistencia global no traspasen la barreras del Centro de Convenciones ni los hoteles donde están los representantes de la Organización Mundial del Comercio.

Ayer, en París, más de un millar de activistas se concentraron con una gran pancarta contra la OMC que decía: "El mundo no es un gran mercado".