El gigante japonés de la electrónica Panasonic anunció ayer unas pérdidas en su facturación de 63.000 millones de yenes (543 millones de euros) en el último trimestre del 2008, lo que representa una caída en los beneficios del 84% respecto al año anterior.

La compañía aseguró que esto la obligará a emprender un duro plan de ajuste de costes que supone el cierre de 27 fábricas en todo el mundo y el despido de 15.000 personas --el 10% de la plantilla--, la mitad de ellas en Japón. La empresa --que tiene 180 empleados en su filial española y la sede comercial en Cornellà (Barcelona)-- no ha hecho público cuántas personas estarán afectadas en España. Tampoco los sindicatos han querido manifestarse ante la falta de información. Las ventas de la filial española también fueron bajas el año pasado, según los directivos. Panasonic atribuye la situación a "la crisis, la apreciación del yen, la ralentización del consumo y la competencia en los precios finales y de los componentes", sobre todo respecto a su competencia coreana.