El segundo intento de coronar los 11.000 puntos no llegó a la cima. El Ibex rondó esa cota que había abandonado a finales de abril, pero finalmente se impusieron las ventas. El indicador retrocedió el camino recorrido, aunque acabó con un mínimo descenso del 0,03%. Sale hoy desde los 10.840 puntos. Los datos de demandas de solicitud de paro en EEUU resultaron bastante decepcionantes para lo que esperaba el mercado, lo que provocó que la apertura de Nueva York fuera a la baja. Esa circunstancia acabó con todas las expectativas de cerrar con ganancias. Prácticamente todos los parquets europeos acabaron en tablas.

Hasta que apareció el dato de solicitudes de desempleo, el Ibex llevaba desde la apertura un ascenso impecable que le catapultó a máximos del día en 10.952 puntos poco antes de la una de la tarde. El impulso alcista procedió de la subasta de bonos españoles a tres años, con la que el Tesoro colocó el máximo pretendido, 3.500 millones de euros a un interés menor que en la última subasta de julio.

El Banco Central Europeo no sorprendió y dejó el nivel de los tipos de interés sin cambios, en el 1%, mientras que el mensaje de moderada recuperación económica no levantó la euforia entre los inversores bursátiles.

Con respecto a los valores del Ibex 35, destacar que Sacyr remontó un 6%, tras firmar un acuerdo definitivo sobre la refinanciación de su filial inmobiliaria Vallehermoso. En el polo opuesto se situó Endesa, que cayó el 1,86%; seguida de Iberia, que cedió el 1,15%; en tanto que Gas Natural bajó el 1,09%. Los grandes valores acabaron con signo diverso. El Santander subió el 0,29%; Telefónica acabó en tablas; el BBVA bajó el 0,37%, al igual que Repsol (-0,29%). En el continuo destacó la caída del 13,58% de Prisa, por el cambio de las condiciones de la entrada en su capital del fondo Liberty, que podría diluir el valor de la empresa de comunicación, en tanto que Unipapel lideró las ganancias, al subir el 10,14%.