Lo común hasta ahora era que multinacionales de EEUU, Alemania, el Reino Unido o Japón animaran a invertir en España. El crecimiento español en los últimos años ha dado un giro a esta costumbre empresarial. Compañías españolas son protagonistas hoy de la globalización. Están presentes con sus inversiones industriales y financieras en todo el mundo.

Es el caso de Mango. Su presidente y fundador, Isak Andik, es el protagonista de una campaña organizada por la agencia pública turca de inversiones. Mango realiza una parte de su producción total y unas suculentas ventas en ese país. Declaraciones suyas en favor de la república turca y de su potencial forman parte de un anuncio de la Agencia de Promoción y Apoyo a la Inversión del Primer Ministro que figura en el último número de The Economist.

"Turquía será una estrella en el futuro, gracias a su joven y dinámica población y su estratégica ubicación", dice el empresario en un texto que cuenta con su consentimiento. De hecho, la promoción de inversiones no es novedad para el fundador de la cadena textil española más internacional, después de Inditex.

En el caso de Turquía, el papel de Mango es más relevante. No solo porque la familia Andik sea originaria de ese país candidato a la Unión Europea. Posee en ese Estado 29 tiendas del millar que tiene en el mundo, pero su facturación es el 4,2% del total, el doble del porcentaje de los establecimientos que tiene. En territorio turco, Mango reúne el 7% de su producción, cifra que sigue una "tendencia al alza" que quiere llegar a dos dígitos. "Es un país muy importante --explican fuentes del grupo-- y que funciona muy bien para la compañía".

Activista por el país

Fruto de esa pasión empresarial, Andik, uno de los pocos españoles que están incluidos en la lista de las mayores fortunas del mundo que elabora anualmente la revista Forbes, intervino el verano pasado por primera vez en una reunión de un consejo asesor de inversiones presidido por el primer ministro turco, Tayyip Erdogan. En el encuentro, el empresario afirmó que el resultado de las elecciones no afecta a los planes de la compañía en Turquía, que reconoció como una de las cinco economías con un crecimiento más rápido. Andik intervino junto a los responsables de la japonesa Toyota, del francés BNP Paribas, el socio italiano del Sabadell, Unicredito, y Fiat.

Mango piensa y realiza una parte de sus ventas en España, pero su producción e ingresos están repartidos por el mundo. La facturación consolidada de la cadena superó el año pasado los 1.200 millones de euros, de la que tres cuartas partes se obtienen en el exterior.