A las empresas no les sirve demasiado que el euríbor haya caído casi tres puntos --desde el 5,39% al 2,65%-- desde el mes de julio pasado hasta ahora, si, como parece, ha dejado de ser una referencia para el coste de sus créditos. Los bancos aplican una prima de riesgo que para las organizaciones patronales resulta excesiva, hasta de tres y cuatro puntos por encima de la referencia oficial para los créditos a más largo plazo, y más de 1,5 puntos por encima del euríbor en la financiación a corto, básicamente de capital circulante.

Las estadísticas del Banco de España, como las que ilustran esta página, no recogen fielmente estas cifras. El descenso más acusado del euríbor se ha producido en los últimos dos meses.

Con todo, los bancos no tratan de la misma forma a todos sus clientes. Siempre hay matices en función de la solvencia de la empresa. De este modo, un buen cliente podía obtener crédito a corto plazo al euríbor más 0,40 puntos hace un año, y uno menos bueno, a euríbor más 0,70 puntos. Ahora no se consigue por menos de 1,5 puntos por encima del euríbor si se es buen cliente y se puede llegar a pagar hasta 2,5 puntos por encima del indicador.

El problema no es solo el precio. Se suma el de la escasez de recursos disponibles de la banca. "Hace un año, tener dinero era barato. Ahora es más caro, tanto en los depósitos como en el mercado interbancario. No se consigue con el mismo coste que antes de la crisis", explica Enric Garcés, director del segmento de empresas del Banco Sabadell.

NO ES LA LIQUIDEZ No se trata de un problema de liquidez. Hay dinero, pero los bancos colocan una buena parte en forma de depósitos del BCE, donde consiguen una remuneración limitada. La cuestión es que las condiciones se han deteriorado y la banca aplica un prima de riesgo superior a los particulares y a las empresas, ya que para estas es más difícil cumplir objetivos.

Según un banquero consultado, no debería pasar desapercibido el hecho de que las empresas españolas mantienen una estructura financiera de tiempos de bonanza: "Los empresarios han utilizado los beneficios para otros negocios o para comprarse una torre o un yate, en lugar de fortalecer los recursos propios de la compañía para afrontar circunstancias más difíciles".

CULPAS COMPARTIDAS Desde las organizaciones empresariales no se niega la mayor, pero se subraya que buena parte de los beneficios empresariales se han destinado a otros negocios. Y responsabilizan a la propia banca de la endeblez financiera que padecen las empresas.

En su opinión, la banca ha cometido el mismo error que las empresas "al endeudarse más de lo que podía soportar en condiciones complicadas". Pero la banca tiene el colchón de las provisiones obligatorias, que le permite responder a una morosidad elevada, mientras que en el caso de las empresas muchas se ven abocadas al cierre por la restricción crediticia.