El plan de choque del Gobierno fue recibido ayer con tibieza por los agentes sociales y la oposición. La patronal CEOE las juzgó insuficientes, mientras que los sindicatos CCOO y UGT reclamaron más medidas de gasto público para reactivar la economía y propulsar un modelo más sólido. Las mayores críticas vinieron del Partido Popular, que calificó las iniciativas aprobadas por el Consejo de Ministros como "deslavazadas e inconexas".

Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, fue uno de los dirigentes que mejor valoró las medidas. Contribuirán, a su juicio, a paliar la desaceleración económica, aunque "aún no son suficientes". El líder patronal resaltó su disposición a reunirse con el Gobierno y los sindicatos para hacer frente a la crisis.

UGT también valoró de forma positiva el plan, pero subrayó la necesidad de complementarlo con políticas públicas a medio y largo plazo en el marco del diálogo social. Este sindicato apostó por reforzar las políticas activas y los servicios públicos de empleo, y defendió una política salarial que mantenga el poder adquisitivo de los trabajadores y su capacidad de consumo.

CCOO se mostró más crítica. La devolución de los 400 euros anuales no es, a su entender, una iniciativa "adecuada". La central sindical abogó por incrementar el gasto en educación, dependencia, acceso a la vivienda y empleo.

El exministro del PP Cristóbal Montoro, en su primera rueda de prensa como portavoz económico de su partido en el Congreso, afirmó que, con el plan, el Gobierno reconoce la "gravedad de la situación", que "negó" durante la campaña electoral y que es fruto de la "inactividad" del presidente del Ejecutivo y de su vicepresidente económico, Pedro Solbes.

Montoro dijo que las medidas "no apuntan al corazón" del problema ni suponen una inyección real de 10.000 millones.